Aunque en Sevilla ya
había Hermandades Sacramentales antes de
la llegada de Teresa Enríquez, si hemos
de reconocer que fue a partir de ella
cuando surgieron y crearon muchas de las
conocidas documentalmente, allá por la
primera mitad del siglo XVI y siempre en
torno a esta dama.
La historia sitúa su
nacimiento cercano a 1450, en la
localidad castellana de Valladolid por
afinidad familiar, sin que se haya
podido concretar documentalmente este
dato. Lo que si se sabe es que murió en
1529, concretamente el 4 de marzo en la
población de Torrijos, en la provincia
de Toledo. De hecho allí se venera el
cuerpo, en el Convento de las
Franciscanas de la Concepción de
Torrijos.
Era Hija de Alfonso
Enríquez (descendiente directo del Rey
Alfonso XI y hermano de Juana, Reina de
Aragón) y de María Alvarado y Villagrán.
Por su árbol genealógico, era hermana
del Rey Fernando el Católico, tía de San
Francisco de Borja y de San Juan de
Ribera.
En el Palacio de
Valdespozo, en Medina del Río Seco
(Valladolid), pasó Doña Teresa sus
primeros años, adquiriendo los dotes de
sus abuelos en cuanto a la práctica de
la caridad, de hecho en esta población
sus abuelos fundaron el Hospital y el
Convento Franciscano.
"Loca del
Sacramento"
Pasados los años y ya
viuda (tuvo varios hijos), se estableció
en Torrijos, dejando totalmente la vida
cortesana y dándose de lleno a su amor
por la Eucaristía y recuperación de los
olvidados Sagrarios, así como el culto
al Santísimo, llegando a tener el
apelativo de "Loca del Sacramento", que
le impuso en 1508 el Papa Julio II.
Ese mismo año erige
una capilla y Cofradía, dedicada al
Santísimo Sacramento en la Iglesia de
San Lorenzo in Dámaso de Roma y por Bula
Papal se promueve la Institución de las
Archicofradías del Santísimo Cuerpo de
Cristo, tanto en Roma como en España,
además de crearse, con los mismos
derechos que la de San Lorenzo en Roma,
la Archicofradía de Torrijos,
extendiéndose las Sacramentales por gran
parte de Europa.
A partir este mismo
año, se crean en Sevilla varias
hermandades Sacramentales, como es el
caso de la del Sagrario (entre 1508 y
1511), o la Sacramental de San Lorenzo
(actualmente unida a la Soledad), a esta
última Doña Teresa regaló 8 varas de
brocado para el palio del Santísimo,
costumbre que instauró en Italia.
Igualmente se crearon en esta época las
Sacramentales de San Vicente, San Gil
Abad, San Ildefonso, San Isidoro,
Magdalena, Santa Ana y Santiago el
Mayor, entre otras. |