El
20 de de abril de 1992, se
inauguraba en la Isla de la
Cartuja de Sevilla, la
Exposición Universal
dedicada a la “Era de los
Descubrimientos”,
conmemorativa de los 500
años del descubrimiento de
América.
Se da la circunstancia que
nuestra ciudad, como ya
ocurriera en la
Iberoamericana de 1929,
sufrió una necesaria
transformación urbanística
que mejoró notablemente la
ciudad y la vida de sus
habitantes. Pero no todo fue
fácil, antes de los seis
meses que duró la Expo una
serie de imprevistos pudo
presagiar un fracaso, como
el incendio del pabellón del
futuro a dos meses vista de
la inauguración.
La Sevilla Gótico, Mudéjar y
Barroca, dejó paso a una
ciudad futurista donde se
paso del eterno siglo XVII a
un revolucionario siglo XXi
lleno de edificios modernos
y transportes sólo conocidos
anteriormente por
televisión.
El Tren de Alta Velocidad
(AVE), el telecabina, el
monorraíl, los paseos por el
lago en catamarán, el
Omnimax, conciertos
internacionales y una
sensación de sentirnos, de
nuevo, una ciudad universal.
Se derrochó imaginación en
todo lo relacionado con la
arquitectura: puentes
modernistas que cruzan el
Guadalquivir, edificios
futuristas que incluso
llegaron a albergar Iceberg…


Yo,
como otras tantas miles de
personas, teníamos como
objetivo visitar el máximo
número de pabellones para
lograr en nuestro pasaporte
de la Expo, ese sello que
aumentara las páginas y
poder presumir de haberlos
visitado todos... En mi caso
particular no me dio tiempo.
Los pabellones tenían
contenidos temáticos,
representación de países,
comunidades autónomas o
empresas.
La Plaza Sony era junto al
Auditorio, donde se
realizaban los conciertos y
las mejoras en la ciudad
gracias al nuevo Aeropuerto,
la nueva estación, los
puentes sobre el río o la
SE-30 y la Ronda Urbana
Norte nos devolvían al siglo
XX.
Sitios como el Kangaroo o el
Pabellón de la CruzCampo
eran puntos de reunión
ineludibles y conciertos
como los de Scorpions, o
Jean Michel Jarre nos
dejaron un recuerdo
imperecedero, como la
exótica cabalgata que
recorría el recinto.
El Catamarán era el vehículo
fluvial que recorría el Lago
de España y el Canal de los
Descubrimientos. El
Monorrail era un tren
panorámico elevado y el
telecabina que recorría el
recinto desde la Puerta
Cartuja hasta la Puerta
Itálica.


Del recuerdo de aquel año
poco nos ha quedado Isla
Mágica como Parque Temático,
Cartuja 93 como zona
empresarial, los puentes,
algunos pabellones y el
auditórium, el Jardín
Americano, el pabellón de
los Descubrimientos o el de
Naciones Unidas, que se
reinagura en este 20
aniversario... pero quizás
nos ha quedado un sabor muy
amargo a sabiendas que lo
que fue un espacio de
entretenimiento y
conocimiento a nivel
mundial, dejó que muchos
pabellones fueran demolidos,
abandonados o llevados a
otras comunidades o países.
Tampoco que las
instalaciones del monorraíl,
el apeadero del AVE o el
telecabina fueran
abandonadas, eliminadas o
vendidas, convirtiendo zonas
emblemáticas como el lago y
sus canales en una
plantación de plantas
silvestres…
225.000 personas adquirieron
el pase de temporada de los
6 meses de la Expo en sus
dos facetas, la de día
completo o el de
tarde-noche, algo que Isla
Mágica no ha logrado ni con
el pico, entre otras cosas
porque la Expo era única e
inimitable. Curro, la
mascota de la Expo, quedo
relegado a un souvenir y a
distintos elementos
decorativos en forma de
atracción para los más
pequeños. La piqueta fue la
mascota común de la
post-Expo, nostalgia que 20
años después aún nos
perdura.
Una cosa a reconocer es que
Sevilla gracias a la
Exposición Universal,
recibió un empuje como jamás
había recibido y que, por
desgracia, puede que nunca
más reciba. Pasamos,
reitero, del barroco al
modernismo, del vivir del
pasado a tocar el futuro,
pero ese “toque” fue más un
sueño que realidad.

Histórico
La Expo 92 surge por
iniciativa del Rey Juan
Carlos I, quien en Santo
Domingo en 1976, lanza la
idea de celebrar en España
una gran Exposición con
motivo del V Centenario del
Descubrimiento de América
Durante los años previos,
promovió un impulso
económico y social, dotando
a la ciudad de nuevas
circunvalaciones, rondas y
avenidas, además de seis
nuevos puentes sobre el
cauce del Guadalquivir. Se
construyó la Estación de
trenes de Santa Justa con el
pionero en España AVE, se
recuperó la ribera fluvial
de la calle Torneo y se
crearon nuevos complejos
hoteleros.
Del 20 de abril al 12 de
octubre, la cuidad fue el
centro de atención mundial,
con la participación de 111
países, además de
organizaciones
internacionales, empresas
multinacionales o la
totalidad de las comunidades
autónomas de España.


Unos 15 millones de personas
visitaron sus instalaciones,
siendo un 45 %
aproximadamente las venidas
del extranjero. En su
interior se albergaba el
bioclimático Palenque, con
espacio para 1500 personas,
el Auditorio con unas 5000
plazas, contando igualmente
con la recuperación del
Monasterio de la Cartuja
(posterior Fábrica de
Pickman) que fue el Pabellón
Real, hoy en día Centro
Andaluz de Arte
Contemporáneo, así como
Instituto Andaluz de
Patrimonio Histórico (IAPH).
El 26
de enero de 1981 el
Ayuntamiento de Sevilla
aprueba la petición de apoyo
consolidándose como sede del
acontecimiento.
El 3 de
marzo de 1982 el Gobierno
español solicita formalmente
a la Oficina Internacional
de Exposiciones (en adelante
OIE)
El 31
de mayo de 1982 el Instituto
de Cooperación
Iberoamericana crea el
proyecto "Sevilla 1992",
dando por fin un nombre a lo
que sucedería dos lustros
más tarde.
El 15
de junio de 1983 se presentó
en París ante la OIE el
proyecto conjunto entre
España y Estados Unidos para
la celebración en 1992 de la
Exposición Universal de
Chicago-Sevilla.
El 21
de junio de 1985 la
organización Chicago´92
comunica a la OIE la
existencia de problemas
organizativos. El 4 de
diciembre de ese mismo año
la asamblea de la OIE decide
que Sevilla quede como sede
única de la Expo´92.
El 18
de febrero de 1992 se
produce el incendio fortuito
del Pabellón de los
Descubrimientos.
El 20
de abril de 1992, 63 años
después de la Exposición
Iberoamericana de 1929, se
inauguraba la Expo con la
participación de 112 países,
23 organismos
internacionales, 6 empresas
y las 17 comunidades
autónomas españolas.
El 12
de Octubre concluyó la
muestra con un total de 42
millones de visitas.
La Cabalgata
 
 
 
 
 
 
MÁS
FOTOS
Fotos:
© Francisco Santiago |