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escultor malagueño Agustín de Perea,
nació en 1658, y es conocido en Sevilla por su única
obra procesional, el Cristo de la Coronación de Espinas
de la Hermandad del Valle. Uno de sus hermanos fue
religioso de la Orden Mercedaria en Sevilla.
Inició su aprendizaje con Pedro de Mena y Medrano en
Málaga, trasladándose a Sevilla en 1674, donde residió
en las collaciones de San Isidoro y El Salvador, donde
también residía Bernardo Simón de Pineda, oriundo de
Antequera y del que era amigo.
Agustín realizó de sillería del coro de Santa María de
las Cuevas en la Cartuja en 1697. Falleció en la
collación del Sagrario en 1701 cuando sólo contaba con
43 años, acabando alguno de sus trabajos su hijo Miguel
de Perea. Foto:
Francisco Santiago@ |