José María Bueno
Monreal nació en Zaragoza el 11 de
septiembre de 1904. Tras cursar estudios
en el Seminario de Madrid, marchó a
Roma, donde se doctoró en Teología y
Derecho Canónico. En 1927 fue ordenado
sacerdote, ejerciendo en Madrid de
profesor de Moral, Fiscal del Tribunal
Eclesiástico y canónigo doctoral.
El 19 de marzo de 1946 es destinado a la
Diócesis de Jaca, como Obispo, pasando a
la de Victoria desde 1950 a 1954, donde
organizó varias escuelas profesionales
en varios pueblos y en la capital,
construyendo igualmente escuelas para
los hijos de los Gitanos e impulso el
Seminario de carácter universitario.
En 1954 es nombrado coadjutor del
Cardenal Segura, sucediéndole a su
muerte, en la sede de Sevilla en 1957.
En 1958, obtiene el rango de Cardenal,
ordenado por el Papa Juan XXIII.
En 1962 publico una pastoral sobre los
problemas sociales en la archidiócesis
de Sevilla, denunciando la situación
social y económica. Su pontificado en
Sevilla ha sido de los más largos,
participando activamente en la vida de
las Hermandades y Cofradías, y coronando
muchas Vírgenes Titulares de las
Corporaciones.
El Cardenal José María Bueno Monreal,
arzobispo emérito de Sevilla, España,
murió en 1987 en la clínica
Universitaria de Navarra, Pamplona.
Tenía 83 años de edad. Desde febrero de
1982 se encontraba gravemente enfermo y,
aunque continuaba residiendo en Sevilla,
la temporada de verano solía pasarla en
la localidad navarra de Ciordia, no muy
lejos de Pamplona, ciudad ésta a donde
fue llevado el 11 de agosto cuando su
salud, ya muy deteriorada por una
trombosis cerebral,se agravó a
consecuencia de un paro cardíaco con
hipotensión debida a una diabetes aguda.
Después de recibir los últimos
sacramentos, el cardenal entregó
serenamente su alma a Dios.
Desde Pamplona, sus restos mortales
fueron trasladados a Sevilla donde, el
sábado 22 de agosto, quedó instalada la
capilla ardiente en el palacio
arzobispal. Toda la ciudad rindió un
sentido homenaje a su amigo y pastor.
Los funerales se celebraron solemnemente
el lunes 24 en la catedral
metropolitana, con la participación de
numerosos obispos, que habín llegado de
toda España, entre ellos, el Cardenal
Vicente Enrique y Tarancón, arzobispo
emérito de Madrid, el Cardenal Narciso
Jubany Arnau, arzobispo de Barcelona, y
el nuncio apostólico en España, mons.
Mario Tagliaferri. La celebración
eucarística fue presidida por el actual
arzobispo de Sevilla, mons Carlos Amigo
Vallejo, O.F.M. Estaban presentes las
autoridades civiles y militares.
Los restos mortales del cardenal fueron
sepultados en la cripta de la capilla de
San José, en la catedral sevillana.
Había sido arzobispo de esa sede
metropolitana desde el 8 de abril de
1957 hasta el 22 de mayo de 1982, cuando
renunció por razones de edad y salud.
Fue creado cardenal presbítero del
título de SS. Vito, Modesto e Crescenzia,
diaconía elevada pro illa vice a título,
por Juan XXIII en el consistorio del 15
de diciembre de 1958. Participó en el
cónclave de 1963 y en los dos de 1978.
Había perdido el derecho a participar en
la elección pontificia el 11 de
septiembre de 1983 al cumplir los 80
años de edad. |