Pedro Segura y Sáenz
nació en el municipio burgales de Carazo
de la Sierra en 1880, siendo ordenado
presbítero en 1906. Fue Doctor en
Teología, Derecho Canónico y Filosofía,
siendo Obispo Auxiliar en Valladolid y
Coria y Arzobispo de Burgos.
En 1927 es designado
Cardenal Primado de España,
estableciéndose en Toledo. Según cuenta,
este nombramiento le vino debido a su
gran amistad con el Rey Alfonso XIII.
Era un hombre monárquico, intransigente
y a la vez, conocido por su fobia hacia
el fascismo, aunque su mayor ímpetu lo
puso en contra de la República, con
sendas pastorales en 1931 que le
llevaron a ser expulsado de España y
obligado a renunciar de su cargo, siendo
incorporado a la curia pontificia.
Permaneció en el
Vaticano por 6 años, hasta que en 1937
el Papa Pío XI le autorizó a volver a
España como Arzobispo de Sevilla,
sustituyendo al fallecido Cardenal
Illundain. Como no podía ser de otra
forma, su carácter chocó en innumerables
ocasiones con el régimen franquista.
Por tales motivos, se
le quitaron muchos poderes que recayeron
en el arzobispo auxiliar de la Diócesis,
José María Bueno Monreal. Franco llegó a
decir de él que era una "Cruz que le
había mandado Dios".Falleció en Madrid
el 8 de abril de 1957 a la edad de 77
años, siendo trasladado a Sevilla para
cumplir su última voluntad.
Fotos: Francisco Santiago© |