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Jiménez Sampedro nace en 1963 en
Sevilla, siendo bautizado en la por
entonces recién inaugurada Parroquia de
Santa María de las Flores y San Eugenio.
Sus padres, Rafael, delineante en la
empresa La Hispano Aviación y
posteriormente de Construcciones
Aeronáuticas y Victoria, ama de casa,
tuvieron asimismo otra hija mayor,
Victoria María. Cursó sus estudios en el
Colegio de San Agustín, Instituto San
Isidoro y en la Facultad de Derecho de
la Universidad de Sevilla, donde se
licenció en la especialidad de Derecho
Público, ejerciendo la abogacía desde
1992, estando especializado en el
asesoramiento fiscal, mercantil y
laboral de empresas. Está casado con
María de los Ángeles Cano, igualmente
abogada, no teniendo de momento
descendencia.
Aunque sus progenitores no le
adscribieron pronto a ninguna Hermandad,
a temprana edad despertó en él la
curiosidad el mundo de las Cofradías. Su
padre había sido en la década de los
cincuenta Prioste de la Hermandad de los
Gitanos, y aunque ya no pertenecía a
ella, le inculcó sus enseñanzas. Por
parte paterna habían existido vínculos
con Hermandades como los Panaderos, la
Hiniesta o San Benito, y por su familia
materna a la Amargura y el Cristo de
Burgos. Sin embargo, no sería en ninguna
de éstas donde haría su primera salida
como nazareno, en 1973, cuando mediante
unos vecinos que pertenecían a ella,
ingresó como Hermano de la Estrella, por
entonces en la Parroquia de San Jacinto,
en la que igualmente salió en 1974. Sin
embargo, un primo suyo en 1974 lo hizo
por vez primera en la de las Siete
Palabras, optando por entonces por
ingresar en esta modesta Hermandad, por
entonces la primera del Miércoles Santo,
en la que ingresaría ya en 1975,
haciendo desde entonces Estación de
Penitencia ininterrumpida y formando
parte de su Junta de Gobierno desde 1990
a 2003, desempeñando las labores de
Fiscal Primero y Secretario Primero.
En
1981 ingresó en la Hermandad del
Calvario, en donde igualmente realiza
cada madrugada del Viernes Santo
Estación de Penitencia como nazareno, y
en 2000 se inscribió en la Hermandad de
la Macarena, en donde obviamente no sale
de nazareno, pero forma parte activa de
su vida interna, estando en la
actualidad, y desde hace más de un año,
encargado, junto a otros hermanos, de la
ordenación de su archivo.
Su interés por el mundo de las Cofradías
le hizo pronto, con 14 años, comenzar a
coleccionar y buscar fotografías,
recortes de prensa, libros, revistas,
que conserva en su archivo. En 1983
comenzó una ardua labor de sistematizar
todos esos datos conseguidos, labor que
desde 1993 viene realizando con la ayuda
de elementos informáticos, de momento
inconclusa. Esa labor le ha llevado a
tener numerosas publicaciones y
conferencias. Así, ha participado en los
libros Crucificados de Sevilla,
Misterios de Sevilla, 119 Reglas de
Hermandades de Sevilla y Andalucía,
publicó los fascículos Los palios de
Sevilla y Guía visual de la Semana
Santa, y participó en El poder de las
imágenes, entre otros. Sus artículos,
además del Boletín de las Cofradías de
Sevilla, del cual hablaremos más
adelante, han visto la luz en las
revistas El Cofrade, Retablo, Pasión y
Gloria, los periódicos Sevilla
Información y Diario de Sevilla, y
boletines de las Hermandades del Cerro,
San Benito, San Bernardo, Baratillo,
Panaderos, Siete Palabras (que él mismo
dirige desde 1990), Cigarreras, Monte-Sión,
Macarena, La O, Montserrat, Amparo y
Juncal. Como conferenciante ha expuesto
sus trabajos en Hermandades como la
Amargura, Santa Marta, Siete Palabras,
Panaderos, Gran Poder, Macarena, Amparo
y Juncal, además de participar en el I
Simposio sobre Hermandades de Sevilla y
su provincia.
De su obra destaca el estudio sobre el
arte del bordado, y más concretamente el
referido al siglo XIX, del que es
considerado el máximo especialista,
habiendo logrado documentar piezas tan
importantes como el manto de la Virgen
de la Estrella, de la Soledad de San
Lorenzo, del Rosario de San Vicente o el
palio de la Virgen de Montserrat.
En 1986 colaboró por vez primera con el
Boletín de las Cofradías de Sevilla,
haciéndolo de forma esporádica desde
entonces hasta que en 1993 entró a
formar parte de su redacción, siendo
nombrado desde enero de 2001 su
director. La labor desarrollada desde
entonces ha sido la de, profundizando en
la etapa anterior, dotar a la revista
mensual que edita el Consejo de un
atractivo visual a través de un nuevo
formato y maquetación, y de un contenido
variado y ameno, capaz de llegar a todos
los públicos, desde el más erudito al
menos cultivado, dándose especial
importancia al aspecto informativo, que
ha alcanzado unas altas cotas. Han
destacado principalmente varios números
especiales editados, con motivo de las
Coronaciones Canónicas de las Vírgenes
de los Dolores del Cerro, del Valle o
Rosario de Monte-Sión, y de Semana
Santa, en especial el de 2004, dedicado
al IV Centenario las estaciones de
penitencia en la Catedral, así como
números monográficos a diversas
Hermandades con motivo de aniversarios,
como los dedicados a las de Montserrat,
Panaderos, Pastora de Santa Marina,
Gitanos, Santa Cruz o Amargura, la
mayoría de ellos con su edición agotada,
dado su alta calidad.
Todo ello hace que hoy en día el Boletín
de las Cofradías de Sevilla sea una
referencia para el mundo de la
comunicación cofradiera, tanto dentro
como fuera de nuestra ciudad, y muy
especialmente para los amantes de la
historia y patrimonio de nuestras
Hermandades.
Fotos: Francisco Santiago© |