Una
de las zonas emblemáticas de la ciudad y
de gran porte en cuanto a la
arquitectura. Para comenzar podemos
situarnos en la parroquia que da nombre
al barrio, construida en el siglo XIV de
reminiscencias gotico-mudéjar. En la
calle Cardenal Cisneros encontramos
interesantes edificaciones, como es la
Casa Palacio en su número 7 o el
Convento de Santa María la Real (1568).
Junto a San Vicente y a la espalda de la
calle cardenal Cisneros, tenemos la
Plaza del Museo, donde encontramos el
edificio del antiguo convento Casa
grande de la Merced, actual sede del
Museo de Bellas Artes, de estilo
manierista (s. XVII), junto al museo la
capilla de la Hermandad del Museo.
En
la calle Alfonso XII encontramos
numerosas edificaciones del siglo XIX,
algunas del arquitecto Aníbal González.
Igualmente encontramos la Escuela de
Estudios Hispanoamericanos, que fue la
sede del Colegio de los Ingleses (s. XVI).
Junto a la escuela, la iglesia de San
Gregorio, sede de la Hermandad del Santo
Entierro. En esta misma calle también
encontramos la iglesia de San Antonio
Abad, sede de la Hermandad de El
Silencio.
Dejamos esta calle para desembocar en la
céntrica Plaza del Duque de la Victoria,
antaño zona de nobleza, cuyos edificios
han sido adaptados a las necesidades
comerciales de nuestra época, con mayor
o menor fortuna en cuanto a la suerte de
los edificios, que fueron demolidos casi
en su totalidad, como ya lo fue la
parroquia de San Miguel. En la Plaza
destaca el monumento al ilustre pintor
sevillano Velásquez, realizada por
Antonio Susillo.
Junto al Duque encontramos la Plaza de
la Campana, comienzo de la Carrera
Oficial en Semana Santa cuyo nombre
proviene de una dotación de bomberos que
había en esta zona antaño y cuyos
vecinos hacían sonar la campana en caso
de necesidad.
Por
la calle San Miguel, único recuerdo de
la parroquia anteriormente citada,
accedemos a la plaza de San Andrés, cuya
reformada parroquia que le da nombre fue
construida en el siglo XVI. Junto a la
plaza, encontramos la calle orfila y en
ella la capilla de San Andrés,
residencia canónica de la Hermandad de
los Panaderos y la sede del Ateneo de
Sevilla.
Fotos: Francisco Santiago |