 n los siglos
medievales se la denomina de San
Salvador, por la inmediata colegial del
mismo nombre. También fue conocida como
Debajo de San Salvador o simplemente de
Abajo.
En el siglo XVII hace aparición
su nuevo topónimo, la Plaza del Pan,
debido a que en ella se situaban los
puestos de venta de pan. Ya en 1914, y
debido a una petición de los vecinos se
la denominará Plaza de Jesús de la
Pasión, en clara referencia a la imagen
de mismo nombre que alberga la Iglesia
del Salvador.
La plaza tiene forma
trapezoidal con la base mas ancha hacia
Alcaicería y mas estrecha en la
desembocadura en la Cuesta del Rosario.
Lo que ha caracterizado a esta plaza
durante siglos ha sido su valor de
centralidad, al estar ubicada en un
espacio estratégico, entre la que fuera
mezquita aljama y la alcaicería, una de
cuyas puertas daba a la plaza.
Desde el siglo XIV,
en que aparecen los primeros datos sobre
este espacio, está relacionado con una
actividad comercial que mantendrá
durante siglos; de un lado mercado del
pan y, de otro, de pescado, frutas y de
otros artículos de primera necesidad.
Toda esta actividad originaba una
ocupación intensiva, a lo que contribuía
la construcción de tenderetes de madera,
haciendo difícil la circulación y
originando una gran confusión. El
Porvenir la describe en 1860 como uno de
los lugares mas concurridos,
frecuentados y paseados de la ciudad,
mientras que Álvarez Benavides (1873) la
considera de mucho tránsito.
La popularidad de
esta plaza queda además reflejada en el
hecho de que haya sido citada por
diversos autores, bien para describirla,
o para situar en ella alguna escena de
sus obras, como Muñoz y Pabón, Cela,
Burgos, o Cervantes en Rinconete y
Cortadillo.
 Texto: José Alfonso
Muriel - Fotos: Francisco Santiago |