Manuel López Farfán
nació en el barrio de San Bernardo, en
1872 y estudió música en el Hogar de San
Fernando. Ingresó en la charanga del
Batallón de Cazadores de Cataluña Nº 1,
llegando a participar en la Guerra de
Cuba.
De regreso a Sevilla,
ingresa en el Regimiento de Granada 34,
donde obtiene el título de músico mayor
y posteriormente en la Banda de Música
conocida popularmente como Soria 9.
Falleció en enero de 1944.
En 1924, cuando el
Soria 9 acompañaba a la Virgen del
Socorro de la Hermandad del Amor, un
hecho sin precedentes iba a marcar para
siempre ese Domingo de Ramos. Y es que
la arriesgada composición Pasan los
Campanilleros, sonó tras esta Dolorosa
por primera vez, causando un revuelo
popular y una magnífica acogida hacia la
marcha dedicada a la Hermandad de Las
Siete Palabras, con letra del Capitán
Ojeda incluida..
Un año más tarde, en
1925 y en esta ocasión dedicada y
estrenada tras la Virgen de la Hiniesta,
sonaba por primera vez otra de las
marchas que han marcado estilo: La
Estrella Sublime. Como dato curioso,
diremos que el director del Regimiento,
era a su vez hermano mayor de La
Hiniesta.
Ese mismo año, de
nuevo el maestro sorprendería con otra
marcha cantada, El Dulce Nombre, y tras
la Dolorosa que da nombre a la
composición. La marcha dejó de tocarse
debido al revuelo popular que se formaba
tras la Virgen del Dulce Nombre, a
petición de la Hermandad.
Pero no terminaban los estrenos de 1925,
aún quedaba la Madrugá, tras la
Esperanza de Triana y, de nuevo, el
Genio de San Bernardo, cautivó con sus
composiciones, en esta ocasión con la
marcha "La Esperanza de Triana".
La inclusión de
marchas cantadas, instrumentos nuevos
(ocarina y utensilios de campanilleros),
nuevos estilos y las primeras marchas
procesionales exentas de sentido
fúnebre, fueron piezas claves para el
reconocimiento y paso a la historia de
este músico, autor de más de 400 obras
de todos los estilos y 22 marchas
procesionales.
Fotos: Francisco Santiago© |