Antonio María Felipe
de Orleáns y la infanta Luisa Fernanda,
Duques de Montpensier, fueron personajes
muy relevantes en el siglo XIX, sobre
todo en Sevilla, donde dejaron como
legado el auge de la Semana Santa con la
ayuda y fomento de las Hermandades así
como del Santo Entierro Magno y en
legados arquitectónicos el Palacio de
San Telmo.
El Duque, nacido en
la localidad de Nevilly, Francia, era
hijo de Luis Felipe de Orleans y de la
princesa de Nápoles María Amelia de
Borbón dos Sicilias, siendo el más
pequeño de cinco hermanos. En 1830 se
convierte en principe al ser nombrado su
padre Luis Felipe, rey de Francia, con
el nombre Luis Felipe I.
Se estableció en
España tras la revolución francesa de
1848, en el
Palacio de San Telmo de
Sevilla aunque con anterioridad , el
diez de octubre de 1846, contrajo
matrimonio con María Luisa Fernanda de
Borbón, hija del rey Fernando VII y
María Cristina de Borbón y hermana de
Isabel II.
Sus desavenencias
políticas al conspirar contra Isabel II
y su enfrentamiento en duelo con el
Duque de Sevilla, Enrique de Borbón, al
que mató, hicieron que se rechazara su
candidatura al trono. El 4 febrero de
1890 murió en su finca de Sanlúcar de
Barrameda a los sesenta y cinco años, de
una apoplejía cerebral. El 1 febrero
1897 fallece en Sevilla, en el Palacio
de San Telmo, Luisa Fernanda de Borbón,
a los sesenta y cinco años.
Fotos: Francisco Santiago© |