El pintor Bartolomé
Esteban Murillo nació en Sevilla en 1617
y falleció en Cádiz en 1682. El menor de
14 hermanos, quedo huérfano de padre y
madre cuando contaba con 9 años,
haciéndose cargo de él su hermana Ana,
comenzando a frecuentar el taller del
pintor Juan del Castillo.
En 1630 ya era pintor
independiente, siendo el Convento Casa
Grande de San Francisco el que le
ofreciera su primer gran encargo en
1630, 13 cuadros que sorprendieron por
su realismo y cuidado, caso del conocido
como Cocina de Los Ángeles.
Este trabajo le dio
un gran reconocimiento, contrayendo
matrimonio con Beatriz Cabrera en 1645,
naciendo del matrimonio 9 hijos. Se
especializó en lienzos de temática
religiosa, reproduciendo dos temas
concretos que le dieron su
característica más conocida, caso de la
Virgen con el Niño y la Inmaculada
Concepción.
Entre los años 1658 y
1660 residió en Madrid, regresando a
Sevilla para fundar la que sería
Academia de Pintura, de la que fue
director junto a Herrera el Mozo. Su
competidor,
Valdés Leal también fue fundador de
la misma y le sucedió en el cargo cuando
lo abandonó.
Recibe el encargo de
realizar el retablo para el Convento de
San Agustín y Santa María la Blanca,
terminados en 1665. Siguieron obras para
el convento de Capuchinos y el Hospital
de la Caridad. Mientras realizaba la
decoración de la iglesia del convento de
capuchinos de Cádiz, le llegó la muerte
tras caer de un andamio, siendo la obra
de los Desposorios de Santa Catalina la
única que pudo concluir de este
convento.
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