 a desde la Calle
Imperial hasta la
calle Santiago
y desde comienzos del siglo XVII es
nombrada como calle Lanza. No muy amplia
al principio, se estrecha aún mas en el
tramo central, para ensancharse
finalmente a espaldas de la iglesia de
Santiago. El origen de este ensanche hay
que buscarlo en los antiguos cementerios
situados en las traseras de las
iglesias, que en muchos casos han dado
lugar a la formación de plazas o
plazoletas.
Hoy día no tiene otra
función que no sea residencial. Sin
embargo, en el siglo pasado soportó,
como otras muchas calles secundarias de
este sector del casco, la instalación de
industrias molestas e incluso peligrosas
para los vecinos, y que ponen de
manifiesto cómo Sevilla continuaba
encerrada en su antiguo recinto y ni
quiera para establecimientos
industriales buscaba una expansión
periférica.
Tal es el caso de una
fábrica de fósforos que se instaló allí
en la tardía fecha de 1859, ejemplo
notorio de industria molesta (por su
insoportable olor) y peligrosa (por el
riesgo de incendio). A esta calle da la
puerta trasera de la Iglesia de
Santiago, utilizada para la Salida de la
Procesión Eucarística de la Sacramental
de la Redención y San Ildefonso.

Texto: José Alfonso Muriel - Fotos:
Francisco Santiago |