El Don Juan de
Zorrilla nació en la leyenda medieval
hecha famosa por Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, durante el
Siglo de Oro. Mozart, Molière y Byron también usaron el don Juan como
personaje de sus obras. El Don Juan es rebelde y diabólico. Es símbolo
de la libertad individual frente a las leyes sociales. Pero lo diferente
de la obra de Zorrilla es que don Juan encuentra su salvación en el amor
de doña Inés, cuando le pide perdón. Este acto permite una conciliación
entre la religión y la imagen romántica del héroe seductor y arrogante.
El marco escénico es Sevilla, a las orillas del Guadalquivir, 1545,
durante el reino de Carlos V. Es febrero y se celebra el Carnaval, los
días antes de la Cuaresma. Los cuatro primeros actos pasan en una sola
noche. Los demás ocurren cinco años más tarde, en una sola noche
también.
Fotos: Francisco Santiago© |