Los anales históricos en los que se fundamentó el
nacimiento del culto a la Virgen del Rocío, nos remontan a 1335 (al
menos) y con datos de finales del siglo XIV, ya hay documentación en
el archivo catedralicio de Sevilla de la existencia de la Cofradía
de Santa María de la Rocina en el año 1388, correspondiente a la
actual hermandad de Villamanrique de la Condesa.
Desde entonces hasta nuestros días, la Romería ha
cambiado en todos los sentidos, sobre todo en el ámbito popular, al
convertirse en la manifestación de fe de esta índole, más popular de
toda España y una de las más conocidas de todo el mundo.
De poco más de 3000 habitantes, la Aldea se
transforma en todo un acontecimiento multitudinario en los días
previos al Lunes de Pentecostes, calculándose en más de un millón de
personas las que se concentran entre el domingo de Pentecostés y el
lunes
Lo que comienza en rutas de hormigón y asfalto,
se transforma poco a poco en un paisaje típico del clima
mediterraneo, donde las carreteras pasan a ser caminos, el alquitrán
se transforma en tierra y la autovía se torna en Raya Real.
Como actividad enmarcada dentro de las llamadas
Glorias, es un festejo alegre, donde el cante y el baile se hacen
rezo, con una actividad frenética en los días cercanos a la
peregrinación y donde todo un ejercito de fieles y curiosos, se pone
en marcha con un solo pensamiento: La Blanca Paloma.
La tradición, la devoción y la alegría, convergen
en la aldea almonteña, pero al mismo tiempo la evolución y el paso
del tiempo han ido magnificando esta romería hasta tal punto, que
han chocado con temas de medio ambiente y ecología, sobre todo al
pasar por el término del Parque Natural de Doñana. También los
personajes públicos, aportan a la Romería su visión
“sensacionalista”, centrada sobre todo en la prensa, llamada del
corazón.
La Romería, igualmente, concentra dos puntos
vitales para el desarrollo de la misma, ambos marcando el límite del
territorio rociero. Estos puntos son El Vado del Quema y el Puente
del Ajolí. El Vado es el ritual del bautismo del que llega por
primera vez en peregrinación y donde las carretas de las
aproximadamente 25 hermandades que lo cruzan, tienen que sortear las
aguas del Guadiamar, bajo las atenciones de la Hermandad de
Aznalcázar, que desde el año 2001 recibe a las hermandades que lo
cruzan.
El otro punto es el Puente del Ajolí, pasarela
para las cerca de 60 hermandades, aproximadamente, que lo cruzan,
más otras tantas asociaciones y desde la cual se divisa ya, ese
horizonte esperado por todos los que lo cruzan, como divino
espejismo que hace intuir la ya cercana Ermita del Rocío
Igualmente otros tres puntos convergen en los
denominados caminos del Rocío, como son el camino de Moguer, camino
de Sanlúcar de Barrameda y el Camino de los Llanos. El primero es la
ruta empleada por las Hermandades de Huelva, de bellos parajes
históricos que nos llevan a la época del descubrimiento de América,
de connotaciones colombinas.
El de Sanlúcar se desarrolla en un entorno natural de extremada
belleza, donde la desembocadura del Guadalquivir y las marismas
forman un camino de agua de inolvidable travesía. Para terminar, el
Camino de los Llanos es el más antiguo, a la vez que el utilizado
por la Hermandad Matriz.
Sentimientos encontrados que cohabitan en ellos
hasta puntos que rozan el extremismo, donde la fe y la devoción
mantienen una constante pugna con la tradición popular, donde los
comentarios a favor y en contra se reavivan poco a poco, conforme se
va acercando la fecha esperada.
Hablar del Rocío resulta tremendamente difícil,
sobre todo si intentamos por todos los medios evitar los comentarios
escabrosos que rodean a la Romería, pero tenemos la convicción que
cada uno de nosotros, tiene que hacerse su propia reseña, no se
puede ni elogiar ni criticar algo que se desconoce, sólo aquél que
participa podrá decidir al siguiente año, si desea volver.
Pero ha de quedar claro que la Romería del Rocío,
basa su existencia en el culto a la Señora, a la Reina de las
Marismas, a la Blanca Paloma, a la Madre de Dios con la bella
advocación de Ntra. Sra. del Rocío. |