 n
Sevilla los romanos tuvieron dos
asentamientos principales, el primero
está datado en el siglo I antes de
Cristo, hacia el año 69 cuando se fija
la primera llegada de César a Sevilla.
Esta es la hipótesis de la ciudad
Republicana. Pero hay que subrayar que
la primera referencia romana es del año
206 antes de Cristo, cuando se registró
la batalla de llipa y se fundó Itálica.
El segundo gráfico muestra la ciudad
Imperial, iniciada a partir del año 45
antes de Cristo, con la segunda llegada
de César a Sevilla. Coincide con la
batalla de Munda y la concesión a la
ciudad del titulo de Colonia Julia
Romula Hispalis.
Los almorávides
(1091-1147) ampliaron el perímetro
amurallado y mejoraron las defensas de
la ciudad entre los años 1118-1125,
vinculándose la construcción de la nueva
cerca al cadí Abu Bakr Muhammad,
completada por los almohades. La ciudad
fue ganada por los almorávides en 1091,
y antes, en 1086, derrotaron a las
tropas cristianas en la decisiva batalla
de Zalaca.
Los almorávides
(1091-1147) ampliaron el perímetro
amurallado y mejoraron las defensas de
la ciudad entre los años 1118-1125,
vinculándose la construcción de la nueva
cerca a una de las figuras más
significativas de la Sevilla árabe, el
cadí Abu Bakr Muhammad, atendiendo las
crecientes necesidades de espacios
iniciadas con la llegada de los
cordobeses de Abd al-Rahman III, en 913
y el posterior esplendor de la ciudad
abbadi (10231091). Antes de esta
intervención almorávide, los árabes
reconstruyeron la muralla romana
prácticamente por el mismo trazado que
tuvo durante la Ciudad Imperial. Fueron
obras del emir Abd alRahman al-Ausat
(citado por el profesor Rafael Valencia
Rodríguez) y del tiempo de los abbadi.
Los vestigios
romanos de la Plaza de la Encarnación
En los terrenos del
Mercado de la Encarnación se han
realizado trabajos de conservación,
sobre todo de mosaicos y pinturas
murales; trabajos de consolidación y
extracción de muros para su reposición y
trabajos de investigación con un
minucioso análisis de las piezas.
Igualmente se ha recibido la visita de
investigadores de todo el mundo,
interesados por conocer los secretos de
los 1400 m2 de superficie.
Mosaicos
y pinturas murales
Los pavimentos de
mosaicos descubiertos requieren un
minucioso tratamiento de conservación
que comporta su limpieza, extracción y
colocación en una nueva cama de
preparación para su posterior
reintegración.
Cada uno de ellos es
dividido en piezas para facilitar su
manipulación, engrasándose la superficie
con resinas sintéticas para evitar la
pérdida de teselas a lo largo del
proceso.
Mosaicos: 50 unidades
fechadas entre los siglos I y V d. C.
Pinturas: siglo I d. C., diseño con
caserones y elementos vegetales
Edificios: siglos IV al VI
Factoría de Salazones (siglo I d.C.)
La primera
escultura
Muchos de los restos
encontrados se corresponden al siglo I
d. C., cuando Roma era gobernada por el
Emperador Augusto. La urbe encontrada en
la Encarnación estaba situada junto a la
muralla norte, pero alejada de los
espacios públicos de la ciudad.
La aparición de
inscripciones y monumentos, hacen pensar
que había una gran necrópolis
extramuros, al tratarse de restos
funerarios. El hallazgo de la escultura
de un anciano con barba, sigue el modelo
de Crisipo (s. III a. C.), representando
a un hombre culto, tallado
posteriormente al siglo II d. C.
Es de carácter
realista, realizado en mármol y datable
en la primera mitad del siglo III d. C.
También es quizás uno de los primeros
retratos de la Bética.
Epigrafía. De
Roma a Spalis pasando por el Islam
Se han encontrado
muestras de epigrafía latina, datadas
hacia el siglo VI d. C. En una placa de
mármol que debió estar empotrada en la
pared, haciendo referencia a la
restauración de un edificio de culto
cristiano (Iglesia)
La epigrafía árabe se
reproduce en productos cerámicos
relacionados con el agua, como una
tinaja almohade (s. XII-XIII) tapada por
un cuenco con el término “al-ma” (El
Agua) que podría tener reminiscencias de
ritual de fecundidad, típicos de la
sociedad bereber.

Hágase la luz
También se ha
localizado un taller de lucernas
(lamparilla de barro cocido), destacando
el horno y unas 500 piezas, fraccionadas
o completas. Se estima que fueron
realizadas entre los años 40 – 70 d. C.
Y llevan motivos decorativos,
geométricos o florales, incluso con
multitud de representaciones de la
sociedad de aquel tiempo, así como
dioses y héroes.

Mesas de
Altares
Se han encontrado
fragmentos de cuatro mesas de altares
paleocristianos con decoración
polilobulada o en forma de plato,
modelos llegados desde el mediterráneo
oriental entre los siglos IV y VI d.C.
Las cavidades de las
mismas podrían haber estado destinadas
para la colocación de ofrendas
funerarias o par a los panes destinados
a la comunión de los fieles. El mármol
con las que fueron elaborados proceden
de Paros (Grecia)

Ánforas
El
conjunto de ánforas descubiertas, es sea
uno de los más importantes de la
Península Ibérica por su número,
procedencia y cronología, situando el
puerto de Hispalis como un entorno
comercial privilegiado con relaciones
con Grecia o Siria.
Pero dentro de estos
descubrimientos hay un ánfora
tardorromana que sobresale sobre los
demás, no sólo ya por estar rota de
forma específica, sino por su colocación
horizontal, que hacia sospechar lo que
al final se convirtió en realidad: era
un enterramiento humano.
El enterramiento
corresponde a un recién nacido,
fallecido a finales del siglo V y
siguiendo la costumbre mediterránea (ad
enchytrismos) de enterrar a los niños
que aún no habían desarrollado los
dientes.

Fotos: Francisco Santiago© |