ORÍGENES E
HISTORIA DEL TEMPLO
ANTIGUA MEZQUITA
de IBN ADABBAS (S.IX)
El templo del
Salvador se edificó sobre el solar en el
que se encontraba ubicada la antigua
mezquita mayor de Sevilla, que fue
rígida reinando Abd-Rahmani, aunque fue
conocida con el nombre de su fundador el
príncipe Hohammad Bem-Abbad Al Motamid-Al-Cajim.
Príncipe de la dinastía abasida que se
convirtió en protector de las letras y
ciencias de su tiempo.
Los únicos restos que
se conservan de la antigua mezquita y
que aún subsisten, son el patio de las
abluciones y el arranque de la torre o
alminar. Como dato curioso, si nos
fijamos un poco nos daremos cuenta que
el nivel del suelo de este patio con
respecto al resto de la Iglesia no
concuerda. Esto se debe a que
posiblemente se ha venido llenando de
escombros esta parte, de tal manera que
las columnas están enterradas totalmente
y los arcos del claustro han quedado a
un metro de altura aproximadamente. El
edificio original estuvo en pie hasta el
siglo XVII, cuando muy afectado por los
terremotos y el paso del tiempo, tenía
un aspecto ruinoso. La edificación
del nuevo templo la inició el maestro
Esteban García en 1674, concluyendo las
obras en 1712 a manos de Leonardo de
Figueroa.
EXTERIOR DEL
TEMPLO
Antes de recorrer el
exterior del templo nos detendremos en
el patio de la antigua mezquita
musulmana, ya que en uno de los lados de
éste se levanta la capilla de los
Desamparados, obra de Ambrosio de
Figueroa. Es de planta rectangular y el
interior se decora con pinturas murales
barrocas y una serie de hornacinas que
hacen de altares. En la cabecera se
sitúa el altar del titular, que es de
finales del siglo XVIII. El arranque de
la torre pertenece a la fábrica
original, mientras que el remate del
campanario es obra ya del siglo XVIII.
Que duda cabe que por
lo que respecta a la gran portada que se
abre a la Plaza del Salvador, destaca
Este exterior del edificio por su
monumentalidad. Cronológicamente
corresponde en su mayor parte al siglo
XIX. Se organiza por medio de tres
grandes portadas, correspondientes a las
tres naves del edificio, siendo mas alta
la central. En general esta portada
sigue los modelos del renacimiento
italiano. En el primer cuerpo destaca el
entablamento (de la portada principal)
en cuyo centro se disponen ángeles
tenantes que sujetan un escudo con el
Agnus Dei . En las portadas laterales
podemos ver los bustos de los santos
Pedro y Pablo, mientras que en la
central está la bola del mundo con la
cruz, símbolos del reinado de Cristo. En
el segundo cuerpo destaca un gran óculo
en el centro, mientras que el conjunto
se remata por una inmensa espadaña
rematada por un frontón y una cruz de
forja.
Detrás de las rejas
que cierran el compás del Salvador se
erige la pequeña Capilla del Carmen. Es
de pequeño tamaño y si nos fijamos
podremos ver el escudo del Carmelo sobre
el entablamento de dicha capilla. De la
Hdad hablaremos mas adelante, pero es
una pena que esté completamente vacía
esta capillita.
Siguiendo por el
exterior de la Iglesia del Salvador
llegamos a la confluencia de la Plaza
con Villegas. Allí encontramos un
enmarcamiento para una sencilla cruz de
madera, bajo el cual hay una lápida, en
la cual el rey Juan II de Castilla dictó
una norma por la cual todo hombre debía
arrodillarse al paso del santísimo, so
pena de pagar 600 maravedíes. Sobre ella
está la llamada Cruz de las Culebras,
pues era la antigua cruz que presidía el
cementerio de la parroquia.
Muy cerca se
encuentra el magnífico retablo cerámico
del Santo Cristo del Amor, titular de la
cofradía del mismo nombre, obra de 1930
de Enrique Mármol Rodrigo. Es el mas
grande de los retablos existentes en
Sevilla pues reproduce al Cristo a su
tamaño real.
INTERIOR DEL
TEMPLO
El interior del
templo se organiza por medio de una gran
planta de salón, dividida en tres naves,
que a su vez se dividen en cuatro
tramos. Destacan los potentes pilares
que sustentan el templo, éstos son
cuadrangulares y tienen adosados
columnas. Sobre la zona del crucero se
levanta una potente y airosa cúpula
sobre pechinas, en las cuales hay
relieves pétreos con las figuras de los
cuatro evangelistas enmarcados dentro de
una ornamentación vegetal. Todo el
conjunto se culmina por medio de una
linterna, en la cual se abren varios
varios vanos que dan paso a la luz de
sol.
El Altar Mayor
Al fondo del
presbiterio se encuentra el gigantesco y
magnifico retablo mayor de este templo
del Salvador. Fue realizado entre 1770
al 1779 por Cayetano de Acosta,
siguiendo un modelo de exaltado
barroquismo.(llama la atención el
movimiento que sufre todo el retablo;
aquí podemos contemplar un retablo al
puro estilo barroco). El retablo consta
de un banco o parte inferior, un gran
cuerpo central dividido en tres calles,
separadas por vistosas columnas
salomónicas, y un ático. Comenzando por
la parte inferior tenemos podemos ver en
la zona del banco relieves de los Padres
de la Iglesia, apareciendo una escultura
de la Inmaculada sobre el
Sagrario-Manifestador. (ya en el primer
cuerpo y sobre la zona central). Todo el
retablo se organiza alrededor del grupo
de la Transfiguración , pues este
instante de la vida de Cristo alude el
máximo apogeo de su divinidad. Por este
motivo, todos los templos dedicados al
Salvador o al Redentor se encuentran
presididos por la escena de la
Transfiguración. Es el momento en el que
Moisés y Elias, representantes de la ley
y Los Profetas, conversan con Jesús,
declarándolo Mesías y Salvador de la
Humanidad, en presencia de los Apóstoles
Pedro, Santiago y Juan. Así, si nos
fijamos en el retablo podremos ver en la
parte superior la figura del Padre
Eterno rodeado por ángeles. Es el
momento en el que “....se formó una nube
que los cubrió con su sombra. Y vino una
voz desde la nube, que decía; Este es mi
Hijo, mi Elegido; escuchadle. Alrededor
del cuerpo central en el que se dispone
el tema de la Transfiguración se
disponen algunos arcángeles, de izda a
dcha : Yehudiel, Rafael, Baraquiel,
Gabriel, Miguel y Seatiel. De igual
manera en el ático se disponen otra
serie de arcángeles, éstos ya muy lejos
de nosotros pues se encuentran a una
altura considerable. Como viene siendo
habitual a ambos lados del retablo se
encuentran unos espléndidos ángeles
lampadarios de finales del s.XVIII.
RAPIDO RECORRIDO
POR LAS NAVES LATERALES
Epístola: (desde zona de los pies);
*Baptisterio
*Retablo Santas Justa y Rufina
*Retablo de San Cristóbal y San Fernando
*Capilla de Nuestra Señora de las Aguas
*Altar de los Santos Crispín y
Crispiniano
*(hastial) Retablo de la Hdad del Amor
Evangelio
*(hastial) Retablo del Cristo de los
Afligidos
*La Capilla Sacramental (Pasión)
*Altar de Nuestra Señora del Rocío
*Santa Ana Educando a la Virgen
*Retablo del Cristo de la Humildad y
Paciencia
*Altar de Nuestra Señora de la Antigua
Nave de la
Epístola
Antes de comenzar el recorrido por el
Santoral sevillano, o lo que es lo
mismo, el recorrido por la nave derecha
del Salvador, tenemos que fijarmos en el
impresionante órgano de estilo
neoclásico rematado con angelitos, y que
se sitúa en una tribuna. Ha sido
restaurado recientemente, y se ha
tratado en el proceso de restauración de
respetar al máximo la factura original
así como los materiales utilizados.
La primera capilla es
el Baptisterio del templo, justo a su
derecha se encuentra el retablo dedicado
a las Santas Justa y Rufina, que fue
realizado por los hermanos Cristóbal y
Pedro de Vega en el 1730. Las efigies de
las titulares son de vestir y fueron
talladas en la segunda mitad del XVIII.
Destaca también en el ático una talla de
María Magdalena que procede del taller
de Pedro Duque Cornejo.
La siguiente capilla
es la de la Virgen Milagrosa, la efigie
que es moderna preside un retablo
neoclásico del XIX. Justo un poco mas
adelante se halla el relieve de la
Resurrección de Cristo , tallado a
principios del XVII por Juan de Oviedo,
y que curiosamente formó parte del
antiguo retablo mayor.
Ya casi a media
altura de la nave, se alza un retablo
barroco de mediados del siglo XVIII, en
cuyo centro se encuentra la afamada
talla de San Cristóbal, tallada por Juan
Martínez Montañés en 1597. Es una obra
de juventud de Montañés, de la cual el
profesor Hernández Díaz subraya su
acusada anatomía, expresividad clásica,
y destaca de sobremanera cómo avanza
decididamente con el Niño al hombro, y
el bastón rugoso en la mano derecha. Se
trata de la primera obra documentada de
Montañés, es una pieza magistral y se
puede decir que por sí sola
inmortalizaría a un artista. La efigie
mide 2´20 mts.
Así mismo San
Cristóbal, patrón del transporte, ha
sido el titular de una Hermandad ya
desaparecida que llevaba su mismo
nombre, y que durante cierto tiempo sacó
a la imagen en procesión sobre un
vehículo. Este altar que ahora ocupa San
Cristóbal era el que se encontraba
antiguamente la imagen de Jesús de la
Pasión.
Junto a éste se alza
otro retablo barroco del XVIII que
preside una imagen de San Fernando,
talla que se atribuye a José Montes de
Oca. A ambos lados se encuentran tallas
de los Santos Luis Rey y Hermeregildo.
Tanto este retablo e imagen como el de
San Cristóbal están oscurecidos por el
paso del tiempo, por lo que es difícil
poderlos ver con claridad.
Justo después de este
retablo nos encontramos con la imagen de
Nuestra Señora del Carmen, de principios
del XIX. Se trata de la titular de una
Hermandad ahora en estado latente, y
esta es la efigie que antiguamente se
situaba en la capilla de las gradas del
Salvador.
Que duda cabe que lo
que mas llama la atención a primera
vista en esta nave derecha es la
fastuosa capilla de Nuestra Señora de
las Aguas. El gigantesco retablo fue
realizado por José Maestre en 1724. El
retablo consta de banco, un gran cuerpo
central, en donde se abre el camarín de
la Virgen, y ático. En la parte inferior
se encuentra un Niño Jesús de estilo
montañesino del siglo XVII. En la zona
central, y a ambos lados del camarín ,
podemos ver esculturas de los Santos
Isidoro y Leandro, obras de Felipe de
Castro. La Virgen titular, de la que
hablamos antes, es obra de finales del
siglo XIII, de época de Fernando III,
aunque muy alterada por restauraciones
posteriores, especialmente del XVII.
Ya junto al
presbiterio, y al final de nuestro
recorrido por la nave derecha, se
encuentra el altar de los Santos Crispín
y Crispiniano, peretenecientes al gremio
de los zapateros. Es de estilo barroco,
se talló en el siglo XVIII, y en su
parte central se halla una imagen de
vestir de la Virgen de los Dolores, obra
de mediados del XVIII. En la parte
superior se hallan las efigies de los
titulares, del siglo XVII, mientras que
junto a ellos hay un relieve con los dos
santos saliendo del fuego.
Ya al final o en la
zona hastial se levanta el retablo de la
Primitiva, Pontificia Archicofradía y
Real Hermandad de Nazarenos de la
Sagrada entrada en Jerusalén, Santísimo
Cristo del Amor, Nuestra Señora del
Socorro y Santiago Apóstol. Es la unión
de dos hermandades, por un lado la de la
Entrada en Jerusalén, creada en el
último tercio del XVI por el gremio de
medidores de la Alhóndiga en la Iglesia
de los Terceros. Mientras que la del
Amor y Socorro se creó en Santiago por
fechas similares, con la finalidad de
ayudar a los presos. La unión de ambas
se llevó a cabo en 1608. Durante la
Guerra de la Independencia se trasladó a
San Miguel, entró en decadencia en el
XIX y se reorganizó en San Pedro allá
por 1905.Desde 1922 reside en el
Salvador.
En el centro del
retablo se encuentra la magnifica imagen
del Cristo del Amor que tallara Juan de
Mesa entre 1618 y 1620. Su precio fueron
1000 reales, y ha sido restaurado por
Rodríguez Rivero-Cabrera en 1982. Es
esta una imagen de fuerte expresión y de
intenso dramatismo, que se culmina por
una pesada corona de espinas.No tenemos
tiempo para detenernos mas tiempo, pero
si queremos constatar que esta imagen es
la primera de una serie de diez
Crucificados que contrató en su corta
vida artística Juan de Mesa, y que en la
escritura notarial el artista especificó
que la haría “por mi persona sin que en
ella pueda entrar oficial alguno”.
La advocación alude
al mucho amor que tuvo Cristo, pues
murió en la cruz por redimir al mundo.
Todos conocemos la imagen del pelícano,
que está a sus pies, animal que
simboliza la muerte del Redentor, pues,
según la tradición, cuando sus polluelos
no tiene que comer se abre el pecho, y
los alimenta con su sangre, lo mismo que
hizo Cristo en la Cruz. A la derecha
podemos ver la imagen de Nuestra Señora
del Socorro, que es obra anónima
sevillana del XIX, que se viene
atribuyendo a Gabriel Astorga. En el
lado opuesto se encuentra la talla de
Santiago el Mayor, obra del XVII, de
vestir, pero transformada en los siglos
posteriores. Esta imagen procesiona en
el paso de La Entrada en Jerusalén, cuyo
Cristo se está situado al lado izdo de
este altar subido en la borriquita.
Talla anónima de finales del XVII,
principios del XVIII, de escuela
sevillana. Aquí entramos en el campo de
las atribuciones, tan polémico como
siempre. En este caso el profesor
Palomero Páramo afirma que se puede
relacionar con el círculo de Pedro
Roldán. Fue restaurado por Buiza en 1968
y por Abascal posteriormente. Esta
Hermandad del Amor se encuentra
refugiada en La Anunciación, por obras
en su templo.
Nave del Evangelio
Pasando por delante
del Presbiterio, llegamos a la nave del
Evangelio en cuyo hastial encontramos el
retablo del Cristo de los Afligidos,
talla barroca de finales del siglo XVIII
de Gaspar de Gines de 1635. En el centro
se halla la efigie titular, obra anónima
de vestir de mediados del XVII. En la
parte baja , dentro de una urna, imagen
de vestir de la Virgen, atribuida a
Cristóbal Ramos. En el ático se dispone
un relieve con la Santísima Trinidad,
coronada por una efigie de San Miguel.
Tampoco podemos pasar de largo del gran
cuadro que hay sobre la puerta de la
sacristía , que representa la Adoración
de los Pastores. Es una obra sevillana
de finales del siglo XVII.
La siguiente capilla
es conocida por “la apoteosis del
barroco”, y nos es otra que la Capilla
Sacramental. La portada es obra barroca
de Cayetano de Acosta de 1770. Se
caracteriza por estar formada por una
profusa decoración a base de columnas y
estípites. En el ático se dispone una
alegoría de la Eucaristía. A uno y otro
lado tenemos a San Carlos Borromeo y San
Felipe de Neri, fundador del oratorio,
con sus tributos. En el centro, la
Virgen del voto y San José con el Niño.
En la hornacina central de la capilla,
nos aguarda el Cristo de Pasión, imagen
en madera esculpida al natural.
Es un nazareno de
cedro, obra de Martínez Montañés, según
testimonio de Fray Juan Guerrero,
mercedario contemporáneo suyo, y está
policromado por Francisco Pacheco,
suegro de Velázquez. Tiene una actitud
itinerante con el pie izquierdo apoyado
en tierra, mientras el derecho se
levanta, y el dedo primero roza
levemente el suelo. Esto le ha provocado
mas de una vez cierta inestabilidad
(Ortega Bru). No se trata de un Cristo
de dolores sangrante, ya que simboliza
la resignación. La advocación se
relaciona con la de una cofradía de
Valladolid que en 1577 recogía los
dolores, afrentas y tormentos, sufridos
por Cristo en la Pasión. Según Hernández
Díaz, “posee excepcional unción sagrada.
Responde a la teología cristífera y a la
pastoral postridentina, e interpreta tan
verazmente la mente de la Iglesia, que
es obra universal y seduce al
contemplador de todos los tiempos y de
cualquier ideología.
Rodeando al Nazareno
hay dos medios bustos, uno de San
Ignacio de Loyola con el anagrama de
Cristo y el libro de los Ejercicios
espirituales, y otro de San Francisco
Javier. En la parte superior podemos ver
esculturas de la Fe, Esperanza y
Caridad. Sobre pedestales de plata se
hallan la Virgen de la Merced,
protectora de los cautivos, obra de
Sebastián Santos, y San Juan de Gabriel
Astorga. Estas imágenes pertenecen a la
Archicofradía del Santísimo Sacramento y
Pontificia y Real Hermandad de Nazarenos
de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y
Nuestra Madre Señora de la merced. Fue
fundada hacia el 1531 en el extinguido
convento de la Merced Calzada,
actualmente Museo de Bellas Artes, por
parte de una serie de miembros de la
collación de Santiago, la mayor parte
provenientes de Valladolid, deseosos de
tener en Sevilla una cofradía como las
de su tierra. Cuando se destinó el
convento de la Merced a Museo en el
1840, la Hermandad se trasladó a la
Iglesia de San Vicente. Posteriormente
pasó a San Miguel, y desde 1868 al
Salvador, por derribo de su sede
anterior. La Hermandad de Pasión se
encuentra actualmente en la iglesia de
Las Misericordias (Plaza de Zurbarán)
debido a las obras en su templo.
Ya camino de los pies
de esta nave y justo después de la
capilla sacramental nos encontramos con
un relieve con la Anunciación atribuido
a Pedro Duque Cornejo, y también
procedente del antiguo retablo mayor.
HERMANDAD DEL
ROCÍO
El altar se encuentra
a media altura de la nave izquierda de
esta Iglesia del Salvador, justo antes
de la Capilla Sacramental donde se
encuentra el Señor de Pasión. La Virgen
se encuentra generosamente rodeada de
flores y parece ya preparada para la
celebración de su onomástica en los dias
venideros. Junto a ella se encuentra
expuesto el simpecado.
El retablo de la
Virgen del Rocío se puede fechar en
torno a 1740, y la efigie titular,
restaurada por Sebastián Santos, es la
titular de la Pontificia, Ilustre y
Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora
del Rocío de Sevilla. Haciendo un poco
de Historia tenemos que decir que se
propone en 1933 la erección de una
Hermandad del Rocío en el Salvador, la
cual no existiría hasta el año
siguiente, después de múltiples
complicaciones con la sede Hispalense,
pues se le negaba la posibilidad de
realizar romería. La primera romería la
realizó en 1951 y durante unos años
llevó la efigie que se venera en el
altar, en lugar del tradicional
simpecado. Esta Hermandad del Rocío del
Salvador, junto con las del resto de la
ciudad (Cerro del Aguila, Triana o
Macarena), se postran cada año a los
pies de la Blanca Paloma en petición de
auxilio para sus necesidades y para dar
gracias a tan augusta Señora del Rocío.
En lo que se refiere
a los cultos de esta Hermandad del Rocío
comenzaremos por la misa correspondiente
a la Hdad, que se celebra cada Jueves a
las 20 de la tarde. Los cultos
propiamente dichos comienzan con la misa
de los romeros que se celebra el Jueves
“antes”(en este caso el Jueves 20 de
Mayo) a las 8 de la mañana. Lógicamente
nos podemos hacer una idea del Salvador
(con lo grande que es) abarrotado de
gente desde tan tempranas horas. Después
de la misa el simpecado se traslada
desde el altar mayor hasta la carreta,
que espera en la puerta. Entonces
comienza la romería, que tiene varias
paradas como la de la Catedral, donde se
ofrece un ramo de flores a la Virgen de
los Reyes, o en el Ayuntamiento, donde
espera la alcaldesa para dar la
bienvenida. Ya el Sábado se llega al
Rocío. Ya el Lunes o el Martes se
regresa, para llegar aquí el Jueves a
partir de las 10 de la noche. Al día
siguiente se tiene la misa de acción de
gracias. (Esta Hermandad está
refugiada en San Isidoro mientras duran
las obras).
HERMANDAD DE
NUESTRA SEÑORA DEL PRADO
La imagen titular de esta Hermandad se
encuentra en la Capilla de los
Desamparados y es obra de Sebastián
Santos. Tiene un determinado número de
fieles, de devotos higuereños, que
mantienen la Hermandad y celebran los
cultos en los días de las Patrona de
Higuera de la Sierra.
HERMANDAD DE
NUESTRA SEÑORA DE LAS AGUAS
Devoción esta de la
Virgen de las Aguas muy olvidada, que
ahora el director espiritual del
Salvador, Don Manuel del Trigo Campos,
trata de revitalizar. El altar se
encuentra en la nave derecha ya cerca de
la cabecera del templo. La Virgen
titular es obra de finales del siglo
XIII, es de época fernandina, aunque muy
alterada por las restauraciones
posteriores, si bien el Niño que aparece
en la falda es del XVII. Parece ser que
incluso llegó a intervenir el propio
Martínez Montañés. Así a primera vista
nos recuerda a la Virgen de los Reyes ,
pues se trata también de una Virgen
entronizada siguiendo un estilo muy
parecido. El camarín de la Virgen se
construyó en 1762, y presenta una
fastuosa decoración de pinturas con
escenas marianas y motivos vegetales.
La devoción de la
Virgen de las Aguas es muy antigua en
Sevilla. Parece ser que el nombre le
viene cuando el Rey Fernando después de
tener el sueño en el que se le apareció
la Virgen, mandó hacer esculturas
basándose en su descripción. Puestos los
artífices a trabajar presentaron al rey
dos esculturas similares: la de los
Reyes y Ésta. Eligió la primera, y al
referirse a Ésta dijo que “estaba entre
dos aguas”, por lo que se le quedó el
nombre de “Las Aguas”. Otra tradición
afirma que el nombre proviene de sus
muchas intervenciones benéficas a la
hora de las lluvias. Sea como fuere esta
Virgen es la titular de la Real Cofradía
de Nuestra Señora de la Aguas, que se
fundó en 1600, teniendo desde siempre un
gran prestigio en el barrio. Aunque como
hemos comentado, su culto está ahora
decaído, se dice que el paso de la
Virgen de las Aguas fue el primero que
en 1972 fue llevado por costaleros
hermanos no profesionales.
LA HERMANDAD
DEL CARMEN
En la actualidad la
esta Hermandad se mantiene en estado
latente, aunque no ha desaparecido por
completo, por lo que los cultos
tradicionales se han interrumpido desde
hace ya tiempo. Si podemos decir que
antiguamente la imagen de la Virgen del
Carmen, de principios del XIX, se
quedaba expuesta en la capillita de las
gradas. Actualmente se prefiere situar
en el interior sobre una sencilla repisa
justo antes de la capilla de Nuestra
Señora de las Aguas. Como nota curiosa
podemos decir que esta talla ha sido
atribuida en mas de una ocasión a
Cristóbal Ramos.
El siguiente retablo
es obra de finales del siglo XVII, y
está consagrado a Santa Ana educando a
la Virgen. La talla se debe a José
Montes de Oca de hacia 1740. A los lados
tiene esculturas de San Joaquín y San
Antonio. Arriba en el ático se encuentra
San Miguel, flanqueado por los Santos
Leandro e Isidoro, todos ellos de
factura moderna. Pasando al último tramo
encontramos en el machón de la nave el
relieve de la Adoración de los Pastores,
realizado entre 1609 y 1615 por Juan de
Oviedo, también proceden del antiguo
retablo mayor.
A ambos lados de la
puerta que da paso al patio , ya a los
pies del Evangelio, existen dos
retablos. A la derecha, y en un retablo
neoclásico de principios del XIV, e
encuentra la interesante efigie del
Santo Cristo de la Humildad y Paciencia,
obra de la segunda mitad del XVIII. Al
otro lado de la puerta, se halla ya
junto a la puerta de ingreso que da a la
plaza, un altar moderno, con apariencia
neobarroca que alberga una pintura de la
Virgen de la Antigua, que es de
comienzos del XVIII. Este altar
pertenece a la Hermandad de Nuestra
Señora de la Antigua y San Antonio de
Padua, que fue fundada en 1946 con la
finalidad de ayudar a las religiosas de
clausura en situaciones apuradas.
MISAS
*De Lunes a Sábado: 9´15 h, y 19´00 y
20´00 horas.
*Domingos y festivos: 11´00, 12´00,
13´00 y 20 horas.
Los martes es la misa del Amor, los
Jueves la del Rocío y los Viernes
Pasión. Todas a las 20´00 horas.
A mediados de Junio empieza el horario
de Verano, en el que se suprimen las
misas de 19´00 por la tarde entre
semana, y la de las 12 de la mañana de
Domingos y festivos. Las misas de por la
tarde son entonces a las 20´30.
FELIGRESÍA
En cuanto a la
feligresía del Salvador podemos decir
que se repite lo visto en otras iglesias
del centro. El éxodo hacia los barrios
ha dejado el centro muy mermado por lo
que el número de feligreses no puede ser
muy numeroso de manera constante. Eso
si, en las misas de las Hermandades del
Amor, Pasión y el Rocío son mas
concurridas, al igual que la Iglesia la
visitan numerosos turistas durante todo
el tiempo que ésta permanece abierta.
Esta parroquia no llega a los 1000
feligreses, por lo que la convierte en
una de las parroquias del centro con
menor número de feligreses. La zona
comercial que rodea al templo nos puede
dar una explicación fácil de todo esto
comentamos.
CULTOS Y
CELEBRACIONES
*Novena a Jesús de la
Pasión : en Enero.
*Triduo a la Virgen de la Merced: en
época de la Merced.
*La Virgen del Voto (Hdad Sacramental):
en Pentecsotés.
*La Festividad de la Virgen del Rocío:
ahora en Mayo. En Diciembre, y
coincidiendo con la festividad de la
esperanza, de la O, en Diciembre. Se
saca la imagen de la Virgen del Rocío
por las calles de la feligresía.
*Quinario al Cristo del Amor: a finales
de Marzo.
*Triduo a la Virgen del Socorro: en
Diciembre.
*Cultos a Santiago (por Hdad Amor): en
Julio, este año es Jubilar.
*La Función solemne del colegio de
abogados: el 8 de Diciembre.
CURIOSIDADES,
ANÉCDOTAS Y LEYENDAS
Antes que nada no nos
podemos olvidar de una realidad muy
negativa que esta viviendo el Salvador,
y no es otra que la gente sin hogar que
ha hecho de las gradas del Salvador su
morada improvisada. Incluso se ha dado
el caso de gente bañandose desnuda en la
fuente, y así numerosas historias para
no dormir. Añadir el tema de los
conciertos de Viernes y Sábados que
interfieren en el que hacer diario de la
Eucaristía. Parece ser también que
incluso estos neohippies intimidan a los
feligreses al entrar en el Templo, por
lo que no es raro que mas de uno se lo
piense a la hora de entrar.
Cuenta la leyenda que
el día que la imagen del Cristo del Amor
era trasladada por el escultor Juan de
Mesa y sus ayudantes a la Iglesia de los
Terceros, uno de éstos que estaba
ayudando a subirla al altar se pinchó en
el pecho con una de las espinas de la
corona saliéndole sangre. Cuando el
escultor vio esto le preguntó a su
ayudante si estaba herido,
respondiéndole este que sí, pero que su
herida era de amor.
Por último, existe
otra leyenda, esta vez referida al Señor
de Pasión, que cuenta que Martínez
Montañés callejeaba entorno a la Iglesia
del Salvador cuando la imagen realizaba
la estación de penitencia en la tarde
del Jueves Santo. También añade la
leyenda que el hecho de haberse colocado
la estatua de Martínez Montañés justo a
la derecha de la Iglesia, era como
recuerdo a que, ya anciano, se situaba
en este lugar todos los años mientras
vivió para ver salir a su Señor de
Pasión.
DOSSIER EL SALVADOR
2003 - 2004
Texto: José Alfonso
Muriel - Fotos: Francisco Santiago |