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A Sevilla con Devoción.-

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uestra Ciudad ha experimentado en el siglo XX un crecimiento demográfico sin precedentes, que le ha hecho multiplicar por siete su población, debido principalmente a la inmigración promovida por varios factores que se han venido sucediendo en el tiempo, la industrialización que requería mano de obra, la construcción de la Exposición Iberoamericana del 29, la posguerra, etc.

Estos nuevos habitantes de Sevilla, en muchos casos, han traído consigo y transmitido a sus posteriores generaciones las devociones autóctonas de los lugares de procedencia. En no pocos casos, se han realizado réplicas de imágenes para entronizarlas en Iglesias de nuestra capital, con el objeto de mantener viva la llama de la devoción con la que se criaron los nuevos conciudadanos, llegándose al punto de crear imágenes para su culto, lo cual no es un fenómeno nuevo en la historia de nuestra Ciudad. Éste es el caso que vamos a analizar en este breve y no exhaustivo artículo que ahora comenzamos para dar a conocer algo más los pormenores de estas corporaciones marianas que han logrado integrarse en Sevilla manteniendo la devoción proveniente de otros lares y propagándola entre la religiosidad hispalense.

Resulta problemático desde el punto de vista histórico certificar la veracidad de la la leyenda que atribuye la fundación de la Hermandad del Pilar a los caballeros aragoneses que vinieron con San Fernando a reconquistar la Ciudad. En 1789 las Reglas aprobadas por el Consejo de Castilla aluden a que eran nativos de Aragón los que la componían y que en 1696 se comenzaron a admitir a otros que no lo fueran. En cualquier caso, parece que el origen de la corporación, sea en el siglo XIII o con posterioridad, se liga a la presencia de aragoneses en nuestra Ciudad. Contrariamente a lo que sucede con otros casos, que más adelante veremos, la imagen titular de la Hermandad no es una réplica de la Patrona de Zaragoza, sino una versión sevillanizada de la advocación, una imagen de candelero alzada sobre un pilar, de autor desconocido, cuya ejecución se ha localizado a la mediación del siglo XVIII. La Hermandad del Pilar es una de las corporaciones letíficas más pujantes, radicada en la Parroquia de San Pedro, y celebra sus cultos en el mes de octubre, culminados en la Función Principal de Instituto y salida procesional el mismo día 12 de octubre.

Ya en el siglo XIX se produce otro fenómeno bien distinto de propagación en Sevilla de una devoción proveniente de otro lugar, como el de la Virgen del Rocío, hoy en día una de las más importantes de Andalucía. En 1813, por unos manriqueños se funda la Hermandad del Rocío de Triana, radicando en el Convento de San Jacinto hasta que en 1982 labrara Capilla propia en el propio barrio. Es la sexta de antigüedad de todas las que peregrinan en Pentecostés a la aldea marismeña y sin duda una de las que más vitalidad posee y más han contribuido a dar a conocer la romería. Una característica singular de la mayoría de las Hermandades rocieras la constituye el rendir culto a la réplica de la Patrona de Almonte que figura en su Simpecado, aunque otras, como las del Salvador y Sevilla-Sur, sí hayan realizado imágenes a semejanza de la que veneran con tanto fervor. Las otras cuatro restantes Hermandades rocieras de nuestra Ciudad responden más al fenómeno de devoción rociera extendido previamente que al de la devoción importada por inmigrantes que tratamos en este artículo, por lo que no las mencionaremos. La Hermandad del Rocío de Triana celebra múltiples cultos durante el año, destacando la peregrinación a la aldea almonteña, otro hecho que singulariza a este tipo de corporaciones de entre las restantes filiales de Hermandades matrices, tal vez más volcadas en el culto en la propia localidad. Se le dedica Novena y Función Principal de Instituto en las semanas previas a Pentecostés y en octubre un Triduo al Rosario, amén de mantenerse abierta con Misas diarias su Capilla en la calle Evangelista.

El siglo XX, con los movimientos de población ya mencionados, ha sido el que más creaciones de Hermandades con advocaciones foráneas ha traído. La primera de ella fua la de la Virgen de la Cabeza, creada en 1931, que si bien no era una advocación extraña en Sevilla, ya que la primitiva Hermandad se fundó en 1561 en el Convento del Carmen y se fusionó en 1629 con la de los Sagrados Clavos y Nuestra Señora de los Remedios, con el transcurso de los siglos vio como decrecía la devoción a la titular letífica para aumentarse a los pasionistas y que la Hermandad pasase a conocerse por la de las Siete Palabras, quedando en un segundo plano la primitiva advocación. Tal vez por ello, los jiennenses afincados en nuestra tierra crearon la nueva Hermandad en el Convento de San Buenaventura, de donde se trasladaron en 1940 a la Iglesia de San Juan Bautista, donde permanecen. La titular es obra de Fernando Cruz y es una réplica exacta de la Morenita de Sierra Morena, incluso en su exorno, aunque no en las andas en las que procesiona el primer sábado de octubre, previa celebración de un Triduo y con posterior Función Principal de Instituto el domingo siguiente. El último fin de semana de abril la Hermandad peregrina hasta Andújar a la Romería más antigua de Andalucía.

En 1944 un grupo de lucentinos fundó en la Parroquia de San Andrés la Hermandad de Nuestra Señora de Araceli, encargando una réplica de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz a Antonio Castillo Lastrucci. La Hermandad no procesiona habitualmente, aunque en 2001 lo hiciera para presidir el altar que la sección de Gloria del Consejo instalase con motivo del Corpus. Sus cultos son en el mes de mayo, con Triduo y posterior Función Principal de Instituto.

Otra Hermandad filial es la de Nuestra Señora del Prado, creada en 1950 por naturales de la localidad onubense de Higuera de la Sierra, de donde era nativo el escultor Sebastián Santos Rojas, que fue encargado de realizarla. Radica en un altar de la capillita del Cristo de los Desamparados de la Parroquia del Salvador, en donde sufrió un desagradable incidente al ser sustraida la imagen en 1984, aunque, una vez recuperada, fue restaurada por Jesús Santos Calero, hijo de su autor.

En 1952 se creó la Hermandad de Nuestra Señora de la Sierra, filial de la Patrona del pueblo cordobés de Cabra. La titular de la corporación es obra de Luis Ortega Bru, cuya esposa, Carmen León, era nativa de aquella localidad. Celebró el año pasado su cincuentenario fundacional en la misma iglesia donde se creó, la Parroquia de San Roque, donde se encuentra la imagen en un altar lateral en los pies de la nave del Evangelio, con templete de orfebrería a semejanza de la egabrense. Celebra Triduo y Función en el mes de octubre.

Un caso singular entre las Hermandades que tratamos es la de Nuestra Señora de Valme, fundada en 1955 en la Parroquia del Sagrado Corazón, de Bellavista, y que da culto a una réplica de la imagen fernandina que cada mes de octubre realiza su romería al vecino Cortijo del Cuarto. La titular fue realizada en el mismo año 1955 por José Gironés, y es una de las pocas Hermandades que tratamos que procesiona en el mes de septiembre con un paso con palio de cajón sostenido por seis varales. En los últimos años, la romería ha recuperado el recorrido por delante de la Parroquia, donde la Hermandad recibe con gran fervor a la reina de Dos Hermanas.

En la Iglesia de San Juan Bautista, en un altar lateral de la nave de la Epístola se venera la Virgen de Montemayor, filial de la Patrona de la localidad onubense de Moguer. Se creó la Hermandad en 1956, y la titular, réplica de aquélla, es obra de Francisco Buiza. No ha procesionado hasta el pasado año 2002, en que lo hizo con motivo de presidir el altar del Corpus de la sección de Gloria del Consejo, en el paso de la propia Patrona de Moguer, localidad que se volcó tanto en el traslado previo como en el posterior. Celebra cultos en mayo y asiste tanto a la romería que se celebra el segundo domingo de ese mes, como a la procesión del 8 de septiembre.

Una de las procesiones más modernas que se celebran es la que desde hace alrededor de una década celebra la Hermandad de Nuestra Señora de Guadalupe del Convento de San Buenaventura, corporación creada en 1959, pero que en los últimos años viene aumentando su actividad, auspiciada por la importante colonia extremeña agrupada en la Casa de Extremadura de nuestra Ciudad. La titular es obra de Juan Abascal Fuentes, en 1960, réplica de la que se venera en su Santuario de las Villuercas. Sus cultos se desarrollan en el mes de septiembre, en torno a la festividad de la Natividad de la Virgen.

Otra Hermandad de la misma advocación, pero de distinta procedencia es la de Nuestra Señora Guadalupe, de la Iglesia de la Misericordia, creada en 1969 por nativos de la localidad jiennense de Úbeda, que rinden culto a una réplica de su Patrona, realizada por Ramón Cuadra Moreno. No es una Hermandad que procesione habitualmente, pero lo ha hecho, con carácter extraordinario, los años 1995 y 2000, celebrando cultos en el mes de octubre.

Otros ejemplos de advocaciones que reciben culto por naturales de otras tierras son el de la Virgen del Puerto, de San Román, actualmente en los Terceros, que tienen una imagen realizada por Luis Álvarez Duarte en 1985, réplica de la Patrona de Zufre (Huelva); la Virgen del Mar, de la Iglesia de la Misericordia, que venera a una imagen realizada por Castillo Lastrucci a semejanza de la Patrona de Almería; la Asociación de Nuestra Señora de los Desamparados, de la Parroquia de San Vicente, que desde 1889 agrupa a los valencianos residentes en Sevilla en torno a la réplica de su Patrona, realizada por Gilabert, y últimamente los devotos que promovidos por el actual párroco Francisco Ortiz Gómez celebran un sábado al mes la Eucaristía en ese misma Parroquia en torno a un cuadro de la Virgen del Robledo, Patrona de Constantina, de donde es natural el propio sacerdote.

La relación podría ser más amplia si incluyésemos otros casos de titulares de Hermandades con advocación originaria fuera de nuestra Ciudad, en los que la vinculación con nativos de donde se veneran a las imágenes no es tan clara. Todos los citados constituyen claros ejemplos de como en Sevilla se reciben las advocaciones de otras tierras y en algunos casos se las tiene como propias.

Rafael Jiménez Sampedro. (Director del Boletín de las Cofradías de Sevilla)
Foto: Virgen de la Cabeza / Francisco Santiago

BIBLIOGRAFÍA:

MARTÍNEZ ALCALDE, Juan: Hermandades de Gloria de Sevilla. Sevilla, 1988
ÍDEM: Guía de Hermandades de Glorias 2002. Sevilla, 2002.

Fotos: Francisco Santiago©

Conocer Sevilla 2004 - Francisco Santiago©