Sevilla tiene como
parte de la forma de vida habitual de su
gente, el culto al Hijo de Dios y a su
Madre. No es que estemos diciendo que en
el resto de las ciudades no sea así,
simplemente indicamos que en la ciudad
hispalense esto forma parte de lo
cotidiano. A lo largo de todo el año, la
ciudad está inmersa en multitud de
celebraciones de carácter religioso y
todas ellas con alusiones directas a las
hermandades y cofradías en todas sus
vertientes, penitenciales, sacramentales
o de gloria.
Igualmente, en los barrios periféricos
sobre todo, está resurgiendo todo un
movimiento religioso con mayor o menos
aceptación, pero con enorme extensión en
cuanto a nuevas pro-hermandades, o
asociaciones de fieles o parroquiales;
incluso se da el caso de procesiones
donde son un grupo de amigos los que se
encargan de correr con todos los gastos
de la salida procesional y cultos al
Titular. Casi todas
ellas tienen algo en común, aparte de la
fe y la devoción, como son los problemas
legales, casi siempre en lo referente a
los respectivos párrocos de sus
feligresías. Y es que cuesta entender
cómo el culto y devoción hacia unos
titulares encuentra su mayor escollo
justamente en la Iglesia; pero esto no
es nada nuevo… La
historia nos trae a la mente numerosos
casos desde los tiempos de la
desamortización de Mendizábal con
continuos errar de hermandades por
distintas feligresías, o las múltiples
desavenencias entre hermandad y
parroquia, hasta grados de enemistad o
desprecio incalculables, caso de la
Hermandad del Sol, establecida
actualmente en un oratorio justo al lado
de una parroquia que se niega, no ya a
realizar la salida procesional una vez
al año, sino a albergar cualquier tipo
de culto o actividad.
Todas estas hermandades y asociaciones,
salvando pocas excepciones, cuentan
además con el menosprecio de las
hermandades llamadas históricas, no sólo
ya por parte de las instituciones
religiosas, sino por la mofa de sus
hermanos al referirse a estas, aunque
este menosprecio en el trato no sólo
queda patente y latente hacia las
nuevas, igualmente lo es hacia
corporaciones que ya forman parte de la
nómina penitencial y que incluso
realizan la estación penitencial a la
Santa Iglesia Catedral.
Es el roce generacional, donde el
barroco choca de golpe con las nuevas
tendencias, donde la imaginería
consagrada, no encuentra sitio para los
nuevos valores artísticos y donde la
calidad en la ejecución, queda por
encima de la devoción. También habría
que indicar que muchas veces es más la
intención que los actos en sí y las
ganas de trabajar, quedan al poco de
empezar en agua de borraja.
Las
Penitenciales.-
Dentro de las nuevas hermandades,
encontramos un grupo ya establecido y
reconocido por la Iglesia, que son ya
parte de la nómina de Hermandades de
Penitencia, con la salvedad que no
efectúan estación a la Santa Iglesia
Catedral. El primero de los casos es el
del Carmen Doloroso, que lleva ya años
procesionando el Viernes de Dolores, con
la pretensión de formar parte de la
Carrera Oficial y que este año, junto a
la del Cautivo de San Pablo han obtenido
el beneplácito de Consejo y Arzobispado
para integrarse en la nómina de las que
hacen Estación Penitencial a la
Catedral, a falta del día y lugar.
 La
segunda es la del Cautivo de
Torreblanca, también Hermandad de
Penitencia y que procesiona el Sábado de
Pasión, pero sin pretensiones de llegar
a la Catedral por la distancia
insalvable entre el barrio y el primer
Templo de la ciudad.
  Luego está el caso de
la Hermandad del Cristo de la
Corona, también de carácter penitencial
y establecida canónicamente en la
Iglesia del Sagrario, junto a la
Catedral. Esta Corporación no tenía
intención, en un principio, de hacer
estación de penitencia, basándose su
culto principal en el Via Crucis con su
Titular que realizan el Viernes de
Dolores. Eso sí, hasta
el 2005 dicho acto lo realizaban con
la imagen en andas, pero en el 2006
estrenaron el paso
procesional diseñado por Antonio Joaquín Dubé de Luque. Igualmente el hijo del
imaginero, hermano fundador de esta
Hermandad, comentó a Arte Sacro
que entre sus proyectos de futuro
estaría realizar una Dolorosa.

La Hermandad Penitencial de Valme, en
Bellavista es un caso atípico, pues fue
nombrada penitencial sin tener Titulares
a los que venerar, exceptuando la Virgen
de Gloria que le da nombre. En el 2006
salió por primera vez con nazarenos y
con su Titular, el Cristo de las
Misericordias realizado por Dubé de
Luque.
 Otra Hermandad
reciente es la del Parque Alcosa,
concretamente la del Divino Perdón, que
estreno talla del Cristo, obra del
imaginero Navarro Arteaga, en su segundo
año de salida como Hermandad de
Penitencia el Viernes de Dolores y que
también cuenta con Dolorosa del mismo
autor, cuyo palio, en proyecto, está
preparándose.

Por otro lado la del barrio de
Padre Pío, popularmente conocida como
Palmete, que en su procesión de 2002,
aún sin ser Hermandad, llegó a salir con
cuerpo de nazarenos con el beneplácito
del párroco, lo que motivo cierta
expectación en la prensa y el respectivo
toque de atención del Palacio
Arzobispal, aunque desde el 2005 ya sale
como penitencial y con cuerpo de
nazarenos oficial.
 
Dentro de las más recientes se encuentran
La Hermandad de
San Ignacio de Loyola, en el popular
barrio del Polígono de San Pablo y cuyo
Cautivo tiene gran devoción, al igual
que la Dolorosa del Rosario. La
Corporación está a la espera de saber si
procesionará a la Catedral el
Lunes Santo.
Por otro lado tenemos a la del Dulce
Nombre de Bellavista, procesionando el
Viernes de Dolores con sus dos pasos, el
de misterio, estrenado en el 2006 junto
a parte de las figuras secundarias y el
de la Dolorosa, que en el 2006 sale con
los respiraderos antiguos de San
Gonzalo.

La Hermandad
de Ntra. Sra. del Sol, ultima en
incorporarse a la nómina de Hermandades
penitenciales que procesionan a la
Catedral, estrenó nazarenos
el Sábado de Pasión 2007, y ahora sale
el Sábado Santo.
 
Las Últimas Hermandades.
Establecida en el barrio de Triana, está
la Hermandad de Pasión y Muerte,
también con Titulares de Navarro Arteaga
y establecida en la
Parroquia del Buen Aire, que saca a su
Crucificado el Viernes de
Dolores. En el año 2002 el mismísimo
arzobispo de Sevilla bendijo sus
Titulares.

Desde Pino Montano, tenemos un gran
misterio del prendimiento y la Virgen
del Amor, con sendos pasos que
procesionan también el Viernes de
Dolores desde la Parroquia de San Isidro
Labrador y que en el 2006 ya rondan los
25 años desde sus inicios.
Desde San Marcos, el Cristo del Perdón
recorre el centro histórico de Sevilla
en el mes de noviembre, de la mano de un
grupo de amigos devotos de este Cristo y
con el apoyo de las monjas del barrio
que ofrecen la Capilla del Convento como
sede a cambio de tener al titular. En el
barrio de Pío XII, La Asociación
parroquial del Cristo de la Clemencia y
Ntra. Sra. de la Fe y Entrega, que procesiona su Dolorosa en las cercanías
de la festividad de San Fernando, el 30
de mayo.
Igualmente hay muchos otras que están
surgiendo con mayor o menor relevancia
en la periferia de Sevilla, como son los
casos del Cristo de la Clemencia en la
Hermandad del Trabajo, la
Virgen de la Caridad en la
barriada de Santa Aurelia, Maravillas y Soledad
en Los Arcos, Amor y Humillación en el
Polígono de San Pablo, Virgen del
Rosario Doloroso de Nervión y un largo
etcétera que día a día intentan mantener
vivo el espíritu cofrade en los barrios
sevillanos. Las Hermandades de Gloria con
carácter Penitencial.
Hay una Hermandad de Gloria que, por
la actitud dolorosa de su Titular, no
encajan en la denominación otorgada
tanto por parte eclesial como por el
Consejo de Cofradías. Nos referimos a
Ntra. Sra. de los Desamparados del
Parque Alcosa. Anteriormente también
ocurría con Sol, ahora penitencial.
La Virgen de los Desamparados procesiona
por su feligresía representando a la
Virgen Dolorosa con la Cruz a su
espalda, imagen típica de las Vírgenes
sevillanas con advocación de Soledad que
procesionan en las tardes del Viernes y
Sábado Santo.
A modo de conclusión.
El panorama de futuro en cuento a las
"nuevas hermandades" no es que sea
demasiado alentador, sobre todo al no
contar en la mayoría de los casos con
apoyo ni institucional ni parroquial, a
pesar de la gran labor que realizan sus
miembros, sin contar apenas con medios.
Por otro lado el apoyo de los vecinos de
sus distintas feligresías es
directamente proporcional al desarrollo
de las mismas, aunque un carácter común
a todas es las ganas de seguir adelante
y mantener vivo ese espíritu de fe
cristiana en torno a unos Titulares y
crear a lo largo del calendario anual,
una Semana Santa alternativa a la
popularmente conocida en Sevilla.
A veces el apoyo moral que reciben, no
es suficiente para llevar a buen puerto
la labor social que realizan, caso por
ejemplo de la Asociación de fieles de la
Virgen de la Esperanza del barrio de las
3000 viviendas, que llegó a contar con
marcha compuesta por el Maestro y
director de la Banda Municipal de
Sevilla, D. José Albero Francés pero que
no llegó a estrenar y fue hacia otra
hermandad pero, en cambio, realiza su
salida desde un tinglado montado en el
barrio al no contar con el beneplácito
de la parroquia, llegando casi a
desaparecer en el 2003 y revitalizándose
en el 2004 con nueva salida, aunque esta
vez sin el palio. Por el contrario en la parroquia del
Mayor Dolor, del barrio Virgen de los
Reyes, aunque conocido popularmente como
“La Barzola”, el párroco no ha
escatimado en medios para dotar al
Templo de dos titulares del escultor
Navarro Arteaga y que posiblemente, en
un futuro no muy lejano, puedan
procesionar, de hecho ya tienen su
propia Agrupación Parroquial.
Otro caso curioso es la Archicofradía
Sacramental del Cristo de la Misión, que
engloba titulares sacramentales, de
Gloria y algún día también penitencial.
Son las contradicciones tan irracionales
que nos encontramos en la Ciudad Mariana
por excelencia, donde la Religiosidad
Popular roza el extremismo más
irracional, chocando frontalmente la
devoción al Hijo de Dios y su Bendita
Madre con la propia Iglesia. Si forma
parte… ¿Pondrá de su parte? Santiago,
Francisco. Arte Sacro |