 ituado
en la calle San Luis, este templo es
considerado como uno de los más antiguos
de Sevilla. La construcción primitiva de
dos de sus capillas laterales puede
datarse alrededor de 1265, por los
azulejos encontrados en ambas, que
corresponden a tales fechas. La torre es
de comienzos del siglo XIV y el cuerpo
principal de mediados de ese siglo. Las
primeras noticias fiables datan de 1356,
año en el que un terremoto obligó a la
reedificación o reparación del templo,
siendo Rey de Castilla don Pedro I.
La parroquia fue
puesta en 1252 bajo la advocación de
Santa Marina, santa medieval sobre la
que corrían distintas leyendas; una de
ellas la hace hija de un viudo que
ingresa en un monasterio sin querer
desprenderse de su hija, a la que
disfraza de niño. Años más tarde,
Marina, que profesa bajo el nombre de
Hermano Marín, recibe una falsa
acusación de violación, pero para no
dejar a su padre en evidencia, acepta
ser expulsada del convento y cuidar de
su supuesto hijo. Tras su muerte, se
conoce toda la historia y se la honra
por su humildad, fidelidad, y valor
hasta el heroísmo. La otra historia de
Santa Marina (identificada con Santa
Margarita) corresponde a la doncella
gallega que no quiere someterse a los
deseos del gobernador romano Olibrio,
quien por ello la encierra; a la espera
del martirio, pide a Dios se le aparezca
el demonio que la atormenta; éste acude
en forma de dragón, que se traga a
Margarita, pero ella sale sin daño de su
vientre esgrimiendo una cruz. Muere
mártir.
Durante siglos fue
Santa Marina sede de una parroquia de
grandes contrastes, pues convivían
parroquianos pobres (de donde proviene
su perpetua falta de medios económicos)
con vecinos nobilísimos (de donde vienen
sus notables enterramientos).
Coincidiendo con una época de decadencia
económica y social, Santa Marina se
transforma en el siglo XVIII,
rehabilitándose varias capillas, que
albergaron a, por lo menos, cuatro
Hermandades: la Sacramental y de Ánimas,
la Mortaja, la Divina Pastora y Nuestra
Señora del Destierro. El terremoto de
Lisboa (1755) provoca continuas grietas
y reparaciones.
En 1864, un pavoroso
incendio obliga a su cierre durante
cinco años, período en el que los
avatares políticos amenazan, incluso,
con su derribo. Perdida, más tarde, su
condición de sede parroquial, que
compartió unos años con San Marcos y
desde principios del siglo XX con San
Julián, un nuevo incendio, en 1936, la
deja en estado de ruina durante casi 30
años y sin uso hasta 1981.
El 15 de octubre de
ese año es cedida de forma exclusiva a
la Hermandad de la Resurrección, aunque
un tercer incendio aplaza los planes de
ocupación. La primera fase de la
restauración finaliza en 1987,
produciéndose el traslado de la Cofradía
el día 7 de abril de dicho año, día en
el que el Sr. Arzobispo de Sevilla añade
a la histórica advocación de Santa
Marina la de San Juan Bautista de La
Salle, titular de la Hermandad. Tras una
segunda fase de restauración, el
traslado se hizo definitivo en 1991.
Estilo.
El edificio responde
a una peculiar síntesis entre el gótico
burgalés y el mudéjar bajoandaluz, y se
va a constituir en prototipo del templo
parroquial sevillano bajomedieval.
Destaca por su aspecto austero y
diáfano, y por el marcado sentido de
verticalidad y elevación ascensional de
su perspectiva interior; fruto todo ello
de las corrientes espirituales y
místicas tanto cristianas como
musulmanas que inspiraron su diseño.
Exterior.
El ingreso principal
se sitúa en la calle San Luis; es de
piedra y consta de un alero superior y
ocho arcos ojivales; el conjunto se
decora con puntas de diamante, zig-zag y
variada escultura: relieves de la
Titular, cabezas de leones, zoomórficas,
humanas, hojas de vid y otros motivos.
El ábside es ochavado, con contrafuertes
y ventanas ojivales geminadas. La
portada del muro del Evangelio es
apuntada y se decora con labor de
tracería calada de lazo. La de la
Epístola es de ladrillo y forma un
cuerpo con tres arcos apuntados. La
torre, adosada al templo a los pies de
la nave del Evangelio, es de planta
cuadrada y de fábrica de ladrillo.
 


Interior.
La planta es de salón
y consta de tres naves separadas por
arcadas de arcos apuntados de ladrillo,
apoyados en pilares cruciformes; la
central es más más ancha y alta,
terminada en ábside poligonal; con
capillas laterales añadidas. La nave
central se cubre con alfarje; las
laterales con colgadizo y las capillas
con bóvedas.
 
 


Capillas.
La capilla mayor
tiene planta poligonal y presenta en su
eje una pequeña desviación hacia el sur
con respecto al de la nave central. Se
cubre con bóveda de nervadura de tres
tramos y se ilumina por tres vanos
ojivales geminados.
La capilla adjunta a
la mayor o capilla sacramental se cubre
con bóveda gallonada, con pechinas de
bovedilla y apea sobre arcos con
capiteles corintios y fustes de mármol.
La primera de la nave del Evangelio, de
los Cárdenas hasta 1702 y de la Divina
Pastora hasta 1936, es también de planta
cuadrada y cubre con media naranja sobre
trompas; en su casquete hay restos muy
deteriorados de pinturas dieciochescas.
La tercera de la
misma nave, junto a la entrada de la
torre, tiene bóveda moderna, gallonada,
y en ella se sitúa la antigua pila
bautismal, de mármol blanco. Por último,
la Capilla de la Aurora, antigua Capilla
de la Piedad, sede que fue de la
Hermandad de la Sagrada Mortaja,
responde como la sacramental al modelo
de "qubba" islámica, o capilla
funeraria, lo que se refuerza por su
cúpula espléndida decorada con lacería
de ladrillo y yesería mudéjares, que la
catalogan entre las más exquisitas de la
ciudad.
Imágenes.
El Señor Resucitado
ocupa el altar mayor, de construcción
provisional, en el amplio y diáfano
espacio del ábside. Nuestra Señora de la
Aurora recibe culto en su capilla
referida, en cuyo muro norte se abre un
espacio rectangular donde se halla
expuesta la imagen del ángel anunciador.
En la primera capilla del Evangelio se
encuentra la imagen de María Santísima
del Amor, propiedad de la Hermandad, que
fuera primitiva imagen de la Aurora;
provisionalmente se ubica en esta misma
capilla el Sagrario, hasta que se
rehabilite la sacramental. La imagen de
Nuestro Padre Jesús Cautivo, de Dubé de
Luque, recibe culto en el muro del
Evangelio, junto a la puerta de la
primera capilla. En la cabecera de la
nave de la Epístola se halla un lienzo
de San Juan Bautista de La Salle
(Roberto García-Tapial, 1998), enmarcado
en meritoria cornucopia atribuida a
Francisco Buiza y en la cabecera de la
del Evangelio se ubica un cuadro de la
Divina Pastora, de autoría y fecha
desconocidas. La Hermandad tiene
previsto realizar imágenes escultóricas
de Santa Marina y de San Juan Bautista
de La Salle.
 
 


Bibliografía:
Web Oficial Hermandad
de la Resurrección:
http://www.terra.es/personal9/resucitadosev/
Fotos: Francisco Santiago |