ISTORIA Y ORIGENES.El
origen del templo de la O hay que
buscarlo en un antiguo hospital que
estaba bajo la advocación de las Santas
Brígida, Justa y Rufina, en donde se
estableció la Hermandad de la O en el
1556. Pronto la imagen de la Virgen de
la O (Virgen de Gloria) despertó gran
devoción entre los vecinos de la calle
Castilla, por lo que en 1572 las
Hermandades de Santa Brígida y la O se
unificaron para constituir una sola
cofradía. En 1697 se derribó la antigua
ermita, y la construcción del nuevo
templo se llevó a cabo entre 1697 y
1702, siendo obra del cantero Antonio
Gil Gataón.
El gran desarrollo
que alcanzó a principios de la presente
centuria el arrabal trianero, hizo que
la tradicional Catedral de Triana, la
Parroquia de Santa Ana, fuese
insuficiente para satisfacer las
necesidades litúrgicas del barrio. Para
remediar esto se constituyó a la Iglesia
de la O en ayuda parroquial, para poder
administrar los sacramentos. Aunque se
sabe que este templo disfrutó de esta
condición de ayuda entre los años 1615
al 1628. El Cardenal la convirtió en
parroquia el 23 de Julio de 1909. La
Iglesia fue construida con las
aportaciones modestísimas de los vecinos
de esta parte de Triana. No hubo ningún
conde o ricohomnre que donara grandes
cantidades de dinero. Todo el dinero
salió de gente muy modesta que realizaba
sus limosnas en urnas que se situaron en
varios puntos, como en la puerta del
mercado.
EXTERIOR DEL
TEMPLO
La portada del
templo, que da a la calle Castilla, se
abre por la parte del Evangelio. La
puerta, realizada por Antonio Gil Gataón,
se constituye por medio de un arco de
medio punto enmarcado por dos pilastras.
Se remata con un frontón partido, en
centro se sitúa un gran escudo donde se
halla una gran letra “O”, sostenida por
medio de dos ángeles.
En la zona de los
pies se alza la torre del templo. En la
parte inferior se encuentra un azulejo
trianero del siglo XVII, con una
apoteosis de la Eucaristía. Sobre él. se
sitúa otro retablo cerámico con la
figura de San Andrés, al pie del cual
reza que se acaba la torre en 1699 y se
revocó en 1756, fecha que indicaría
cuando se realizó el remate de ésta. Del
1760 es el azulejo del Jesús Nazareno,
uno de los mas antiguos retablos
cofradieros que existen en Sevilla,
siendo considerado el primero de la
serie. Sobre éste hay otro con la efigie
de San Ildefonso, muy deteriorado. La
torre propiamente dicha se organiza por
un solo cuerpo mas el de campanas. Se
remata por medio de un chapitel de
cerámica, ornamentado con jarrones a los
lados.
INTERIOR DEL
TEMPLO
Es templo de pequeñas
dimensiones, con tres naves, presbiterio
y coro a los pies. El acceso principal
se encuentra en la nave izquierda y el
de la derecha da a las dependencias de
la Hermandad de la O.
Se sostiene por medio
de columnas corintias de mármol rojo,
que soportan arcos de medio punto, los
cuales se decoran con yeserías. Mientras
la bóveda de la nave central es de
cañón, las laterales son de arista. Al
final de la nave central se levanta el
coro, el cual presenta unos ricos
antepechos calados del siglo XVIII.
Debajo hay una lápida alusiva a la
renovación del templo en 1992, con la
contribución de la Real Maestranza de
Caballería.
En la zona del
presbiterio se encuentra el magnífico
retablo, fechable hacia 1630, de estilo
barroco. Es de un solo cuerpo (=San
Nicolás) y está dividido en tres calles
y ático. Sustentado por columnas
salomónicas, alberga en su hornacina
central la imagen de Nuestra Señora de
la O. Fue realizada por Antonio Castillo
Lastrucci en 1937, costando 3500
pesetas. En este lugar que hoy ocupa la
Virgen de Lastrucci se situaba a la
antigua Virgen de Gloria de la O, que
actualmente no está expuesta. A los
lados de la Virgen se sitúan, dentro de
hornacinas, Santa Brígida, en recuerdo
del Hospital fundacional de la Iglesia,
y Santa Bárbara. En el ático se halla un
relieve de Dios Padre entre ángeles. A
los lados del presbiterio dos hermosos
ángeles lampadarios del siglo XVIII dan
luz a la Virgen de la O.
Nave de la
Epístola (desde los pies)
Bajo el coro se sitúa un cuadro
sevillano del siglo XVII, con la
Presentación de la Virgen en el templo.
La primera capilla es la Bautismal, en
la que destacan los lienzos de Cristo
Crucificado , del siglo XVII y Jesús con
la cruz al hombro del XVIII.
Tras pasar por una
gran puerta que da a las dependencias de
la Hermandad de la O, nos encontramos
con la valiosisima cruz de carey que se
utiliza en la salida procesional. La
tradición cuenta como, cuando la
Hermandad estaba pensando en hacer una
nueva cruz, se presentaron unos hombres
con un caparazón de tortuga de carey, la
cual donaron, por haber sido salvados
por Cristo de haber perecido ahogados en
un naufragio en los Mares del Sur.
Posteriormente se exornó la cruz con
unas magnificas cantoneras de plata,
conviertiendose así en una de las
mejores cruces de la Semana Santa
sevillana. También se cuenta que en el
asalto que sufrió la Capilla en el
Verano del 36, la cruz de carey fue
escondida por un hermano, quién la
sumergió en el río Guadalquivir y la
mantuvo sujeta por medio de cuerdas.
La Capilla
Sacramental, situada a media altura de
la nave derecha, está decorada con
azulejería realizada en 1929 por el
trianero García Montalbán. En el centro
retablo de cerámica del presente siglo,
con hornacina para cobijar la espléndida
talla de Jesús Nazareno, titular de la
Hermandad de la O. Fue tallada por Pedro
Roldán en 1685, aunque brutalmente
destrozada en 1936, por lo que se le
sometió una profunda restauración a
manos de Castillo Lastrucci entre 1936 y
1937. Es curioso que en un principio la
Hermandad procesionó con un crucificado,
pero cambió la advocación por la del
Nazareno en 1685.
Al final de esta
nave, en la Capilla del ábside, se
expone un soberbio grupo de San Joaquín,
Santa Ana y la Virgen Niña. Es una obra
fechable hacia 1670 y atribuible al
taller de Pedro Roldán.
Nave del Evangelio
Pasando por delante
del Presbiterio, llegamos a la nave del
Evangelio. En el ábside está el retablo
neoclásico de Nuestra Señora del Buen
Consejo. La titular es de Pedro Duque
Cornejo de 1730. A los lados vemos
esculturas dieciochescas de San José y
un San Miguel, atribuido a La Roldana y
de hacia el 1700.
Ya en la nave
encontramos un retablo que cobija el
simpecado del Carmen, la cual tiene
Capilla propia en el Puente de Triana.
El retablo es barroco y en la parte
inferior hay pinturas con las Animas del
Purgatorio, y a los lados pinturas
contemporáneas de Santa Teresa de Jesús
y San Simón Stock realizadas por Juan
Antonio Rodríguez. El simpecado fue
bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Retablo de cerámica
que cobija pintura de Nuestra Señora de
Guadalupe de Méjico, obra del siglo
XVIII. A su lado cuadro de la adoración
de los pastores. Al final de la nave se
halla un retablo Neoclásico con un
Sagrado Corazón de Jesús moderno en su
hornacina central.
HERMANDADES
La hermandad titular
del templo es “ La Pontificia, Real e
Ilustre Hermandad del Santísimo
Sacramento y Cofradía de Nazarenos de
Nuestro Padre Jesús Nazareno y María
Santísima de la O”. Existía ya en Triana
desde 1560, aunque en un principio fue
Hermandad de Gloria, transformándose en
penitencia en 1566. Tras unirse con la
Hermandad de Santa Brígida en 16572, la
Hermandad de la O quedó como la única
titular del templo. En un principio
hacia la estación de penitencia a Santa
Ana, aunque fue la primera cofradía de
Triana que en 1850 realizó su estación a
la Catedral, atravesando el puente de
barcas. En esta Iglesia, por especial
privilegio, no puede establecerse
ninguna otra Hermandad.
MISAS Y
CELEBRACIONES
Laborables – 20 horas
Viernes – 20´30 horas (dedicada a la
Hermandad)
Domingos y Festivos – 12,30 y 20 horas
*18 Diciembre –
Nuestra Señora de la O – Triduo y
besamano el 19 y 20 del mismo mes.
*Triduo de adoración al santísimo los
dias 17 , 18 y 19 de Diciembre.
*Quinario en Cuaresma del Nazareno de la
O.
• Triduo preparatorio para el Corpus.
La Capilla del
Patrocinio pertenece a la Parroquia de
la O, y depende canónicamente de ella.
La peculiaridad es que le propietario
del templo es la Hermandad de la O no la
Diócesis. Es el único caso que se da en
Sevilla.
Debido a las nuevas
construcciones, como la avenida de
Triana, mucha gente se ha desplazado a
la zona del Patrocinio. Sobre todo a
partir de la Expo 92. De ahí que la
Capilla del Patrocinio registre una
mayor afluencia con respecto a la de la
O.
Los jóvenes vienen
relativamente poco de manera diaria las
misas, exceptuando los Domingos y las
misas de la Hermandad a la que acuden
numeroso jóvenes. Son las personas
mayores las que vienen con mas
regularidad.
La celebración de la
Candelá. Hace 4 años la Hermandad
recuperó una antigua tradición en la
que, en tiempos de la festividad de la
Virgen de la O, se prendía una hoguera
en la calle Castilla y todos los vecinos
se reunían para celebrar la festividad
de la Virgen.
En la noche del 17 al 18 se corta el
tráfico durante media hora, , no hay
higuera, que se suplanta por una lluvia
de fuegos artificiales. Se ilumina la
torre con bengalas y la banda del Sol
hace un pasacalles recordando con sus
sones los antiguos clarines que daban
comienzo a la fiesta. Se realiza entre
las 9´30 y 10 de la noche.
CURIOSIDADES Y
ANÉCDOTAS
La antigua dolorosa
de la O vive olvidada desde hace mas de
50 años en un armario. Allí recuerda a
diario dos atardeceres. Uno de Viernes
Santo en 1839 cuando todos la miraban
pues era la primera virgen trianera que
cruzaba el Guadalquivir para ir en su
paso a la Catedral. La otra tarde que
trata de olvidar fue aquella de julio de
1936, en la que fue destruida a manos de
unos salvajes. En ese momento la
Hermandad decidió guardar sus restos y
mandar una dolorosa nueva a Castillo
Lastrucci.
Hay quien afirma que
se trata de una dolorosa que encargó la
cofradía al taller de Pedro Roldán
alrededor de 1650. Toda vez que la
titular del templo parroquial era Virgen
de Gloria, la cofradía sólo utilizaba el
rostros y las manos de esta dolorosa de
la O, para montarlos en un maniquí y
efectuar la estación de penitencia el
Viernes Santo. El resto del año la
Virgen era guardada. Este exclusivo uso
procesional se mantiene hasta 1702, que
es cuando se instala un altar en el
recién estrenado templo, aunque aquí la
Virgen aparece sólo de medio cuerpo
porque parece que en la hermandad sigue
existiendo cierto recelo a restarle
protagonismo a la titular de gloria
(ahora en restauración). Esta imagen se
sigue venerando de medio cuerpo hasta
que en 1828 se coloca de cuerpo entero
en un altar de la nave derecha que
estaría donde hoy se encuentra la cruz
de carey. Estaría allí hasta el 19 de
Julio de 1936, el día de su destrucción.
Ha pasado un día
desde el golpe militar. En Triana las
imágenes mas importantes están
escondidas. Son las seis de la tarde y
por la calle Castilla cruza un grupo de
jóvenes, compuesto por chicos y chicas
conocidos del barrio que quieren buscar
armas para defender el barrio que aún no
ha sido tomado por las tropas de Queipo
de Llano. Después de registrar varias
casas se metieron en la Parroquia de la
O. Evidentemente aquí no encuentran
armas. Irritados por ello irrumpen en la
Iglesia y se ensañan con las imágenes.
Las tiran al suelo y las arrastran a la
calle. Al Nazareno de Roldán lo mutilan.
A la dolorosa le quitan los ropajes y
con ayuda de un machete le sacan los
ojos y le desfiguran la cara. Sacan todo
a la calle donde pretenden hacer una
pira e incendiar los restos. Una de las
jóvenes se puso el manto de la Virgen y
su corona y se paseó durante largo rato.
Un grupo de vecinos consigue persuadir a
estos salvajes y meten en la Parroquia
los restos de aquel sacrilegio. La cruz
de carey fue salvada por un hermano que
la sumergió, atada a unas cuerdas, en el
río. Tras la reestructuración de la
cofradía se mandó restaurar al Nazareno
y mandó a Castillo una nueva dolorosa.
Las fotografía que se conservan de la
antigua Virgen de la O evidencian la
belleza y calidad que posee la imagen.
Es posible que no se
quiera dar pie a un debate interno sobre
la Dolorosa caso de que recuperara la
antigua. El actual hermano mayor no
descarta su restauración, pero sin
vuelta al culto. Es la triste y
melancólica historia de la hermisisima
Virgen sin ojos cuyo nombre, “La O” nos
hace albergar cierta esperanza de volver
a verla, cuando ella vuelva a ver.
El tranvía ( por el
Hermano Nº1 de la O). Ocurrió cuando en
la esquina de San Jorge con San Jacinto,
cuando la cofradía venia ya de vuelta en
su estación de penitencia. Tras la
Virgen de la O venían haciendo cola
algunos tranvías que iban al Patrocinio
,a Camas, Gelves o San Juan, que tenían
que retrasar sus horarios debido al paso
de la cofradía. El primero de los
tranvías comenzó a descender de manera
peligrosa, a causa de la cera dicen
algunos, y alguien desenganchó la
conducción eléctrica para tratar de
frenarlo, lo que provocó que el
conductor perdiese el control sobre el
tranvía. La suerte fue que el paso
estaba levantado, y no hubo que lamentar
desgracias personales. Si el paso
hubiese estado arriao podría haber
ocurrido una tragedia. El capataz Ariza
(el abuelo) tuvo la serenidad de , al
percatarse del peligro, hizo girar el
paso rapidamente por lo que el golpe no
se lo dio en la parte trasera de lleno,
sino que chocó con la esquina. El paso
se quedó inclinado hacia atrás, por lo
que hubo que sacar a la Virgen por
peligro de que se quemara. Rápidamente
se desmontó a la Virgen y esa noche
realizó la O la entrada mas emocionante
y emotiva de toda su historia. El
testigo que nos cuenta el relato,
comenta que tuvo el honor que unas
sábanas de mi casa sirvieron para
envolver a la Virgen de la O. Entre
varios hermanos la llevaron a hombros
mientras que la gente agolpada en la
Castilla se arrodillaba. La emoción –
nos cuenta el testigo – nos embargó a
todos y fue desde luego una noche
inolvidable, y dentro de lo que cabe,
muy bonita.
Texto: José Alfonso Muriel - Fotos: Francisco Santiago |