 a
Iglesia de Santa Cruz comenzó a
construirse en 1665 y se terminó en 1728
bajo la supervisión de José Tirado. La
fachada la concluyó Juan Talavera en
1929. Es significativa la cruz de hierro
forjado que corona la portada. Su
interior es de tres naves siendo el
crucero bastante grande techado por una
cúpula bastante grande y un cimborrio.
En el presbiterio
puede observarse un templete coronado
por la Fe obra de Blas Molner en el que
puede verse una conjunto de Virgen con
Niño atribuido a Jerónimo Hernández. El
retablo mayor es también obra de Blas
Molner (1792). Otros retablos
importantes son: el situado a los pies
del templo (Bernardo Simón de Pineda,
1678) con imágenes de la Inmaculada, San
Miguel y San Rafael; el siguiente
retablo atribuido a Pedro Duque Cornejo
(s. XVIII) y otro retablo que le sigue
de De Pineda y a continuación otro en el
que se representa a Santa Ana
enseñándole a leer a la Virgen, obra de
Pedro Roldán. El que se halla en el
espacio del crucero del muro de la
izquierda, se haya el Cristo de las
Misericordias, obra de Pedro Roldán de
finales del S. XVII.
En el templo hay
numerosas piezas de orfebrería entre las
que destacan los cálices, tres de ellos
de estilo manierista, con decoración a
base de figuras geométricas y vegetales
del S. XVII. Además, destaca un Copón
fechado en 1615 y un conjunto de
vinajeras y bandejas del comienzo del S.
XVII. Por último, destaca un gran
ostensorio de plata dorada, obra de José
García Díaz (S. XIX). De su interior
sale la Hermandad de la Santa Cruz, el
Martes Santo y en ella reside la Real
Congregación de Luz y Vela.
La construcción del
templo fue iniciada en 1665 y concluida
en 1728. Fue levantado siguiendo las
instrucciones del arquitecto Sebastián
de la Rueda. La planta de la Iglesia se
fecha en 1701. La fachada y la espadaña
son diseño de Juan Talavera y no se
acabaron hasta el año 1926; es
significativa la cruz de hierro forjado
que corona la portada. La Parroquia,
según dice Félix González "es una de las
mejores de Sevilla" y "su órgano uno de
los mejores de la Ciudad". También
Justino Matute la cataloga como una de
las mayores de Sevilla.
Desde su radicación
definitiva como Parroquia en el año
1840, sufre la Iglesia diversas
transformaciones que no alteran a su
fábrica salvo en el caso de la nave de
la Epístola, limitándose a cambios de
imágenes de distintos altares y
fundamentalmente a la destrucción por un
incendio del primitivo altar mayor,
sustituyéndose por una gran mesa a la
romana, dotado de un gracioso templete
con un zócalo de donde parten doce
columnas corintias de tres en tres que
recibe la cornisa redonda rematada por
una cúpula que acaba con una figura de
la Fe. Todo el conjunto fue obra del
escultor y tallista Blas Molner (1792).
En este templete, situado en el
presbiterio, puede verse una conjunto de
Virgen con Niño (Virgen de la Paz)
atribuido a Jerónimo Hernández.
La actual imagen de
la Virgen de la Paz sustituye a la
antigua y proviene del convento de San
Pablo. Debió estar acabada en 1579 y se
conocía bajo la advocación de Ntra. Sra.
del Rosario. Esta imagen de madera
policromada, restaurada por Ricardo
Comas, preside hoy la Iglesia de Santa
Cruz y forma parte del tesoro devocional
y artístico de nuestra Hermandad bajo la
advocación de Ntra. Sra. de la Paz.
El interior de la
Iglesia es de tres naves siendo el
crucero bastante grande techado por una
cúpula bastante grande y un cimborrio.
Otros retablos importantes son: el
situado a los pies del templo (Bernardo
Simón de Pineda, 1678) con imágenes de
la Inmaculada, San Miguel y San Rafael;
el siguiente retablo atribuido a Pedro
Duque Cornejo (s. XVIII) y otro retablo
que le sigue de De Pineda y a
continuación otro en el que se
representa a Santa Ana enseñándole a
leer a la Virgen, obra de Pedro Roldán.
Considerado uno de
los mejores de la ciudad de Sevilla, el
órgano de la iglesia parroquial de Santa
Cruz fue construido por el maestro
organero Antonio Otín Calvete, entre
finales del siglo XVIII y principios del
XIX. Otín también construyó el de
la Catedral de Sevilla, destruido en
1888, colaborando con Bosch en la
construcción del nuevo. El sevillano
Antonio Otín aprendió el oficio del gran
maestro Jordi Bosch i Bernat, natural de Mallorca
e hijo de Matheu Bosch (organero).
Además, Otín colaboró con Bono en la
construcción del órgano del Salvador. En
Sevilla, a parte de los nombrados dejo
también los de San Vicente y San
Lorenzo. En diciembre de 2002 se
procedió a la restauración del órgano de
la Parroquia de Santa Cruz. Este órgano,
denominado de tubular barroco, está
situado sobre el Altar Mayor en vez del
pie de la iglesia. Es de gran belleza
con columnas en vez de pilastrones y
rematados por un grupo escultórico.
 

 

Fotos: Francisco Santiago |