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antiguo templo de los Trinitarios
Descalzos fue realizado por Juan Sierra
en el año 1625, siendo dedicado el mismo
por dicha orden a Nuestra Señora de
Gracia. Había bellas pinturas de murillo
en su interior, que desaparecieron con
la invasión francesa. El templo tiene en
su interior unas espléndidas bóvedas con
cartones recortados en “ces” y su
antigua portada frontón se reproduce en
el plano de la Olavides de 1771. En
1836, después de la exclaustración,
parte del cenobio se convirtió en casa
de pisos y fue derribada su vieja
fachada.
Posee el edificio una torre que es
emblemática de su barrio, con remates
que la adornan, obras que recuerdan los
pináculos de las antiguas puertas de
Sevilla. Aquel lego ruso que levantó
este alminar en el siglo XVIII, hizo
coronar la bóveda en forma de bulbo,
recordando los templos de su lejana
patria. Sólo una condición para la obra
puso el prior, que ha pasado como
leyenda a la Crónica de su Orden: el
jeroglífico de las cuatro letras M. J.
C. y T., que deberían ser puestas en
azulejos en las cuatro caras del
campanario.
Muchos estudiosos no supieron
interpretarla y pensaron que señalaría
las capitulares de un salmo o de un
texto evangélico. Las cuatro letras
corresponden a las iniciales de las
cuatro puertas fundamentales para entrar
y salir de la ciudad: Macarena, Jerez,
Carmona y Triana.
Estos
accesos estaban orientados hacia los
cuatro puntos cardinales: Norte, Sur,
Este y Oeste, por la especial situación
del citado templo, por cuyos pies
pasaban las calles que conducían a las
referidas puertas. Con esta señalización
los frailes forasteros, que no conocían
el laberinto de las calles de la ciudad,
se orientaban para salir de Sevilla.
A finales del siglo XVII, en el
primitivo templo del Convento se
veneraba una imagen de un Cautivo,
actualmente en San Ildefonso, puesto que
la orden fue fundada por la Redención de
Cautivos. Se piensa que la imagen debió
permanecer en el templo hasta la
disolución de la orden en España, en
1835, a consecuencia de la
desamortización ordenada por Mendizábal.
Los frailes marcharon y el convento fue
convertido en casa de vecindad. La
iglesia se mantuvo hasta la Revolución
de 1868, en la que fue solicitada por el
Ayuntamiento para ser ocupada por el
Club popular del “Café de Emperadores”,
siendo el templo desmantelado.
Su altar mayor pasó a la parroquia de
Ntra. Sra. de Gracia en Camas, el altar
del Santísimo Cristo de la Redención a
la parroquia de Ntra. Sra. de la Oliva,
en Salteras y la imagen de la Virgen de
Gracia a San Ildefonso. Un cancel pasó a
la iglesia del Arahal, el facistol a los
claveros de la parroquia del Salvador y
las pilas de agua bendita a la parroquia
de Ntra. Sra. de las Nieves de La
Rinconada. Otros objetos de culto fueron
entregados a la parroquia onubense de
Cartaya.
El
edificio actual fue adquirido por la
Hermandad del Santísimo Cristo de Burgos
el 2 de Noviembre de 1979, para futura
Capilla y actualmente como
casa-hermandad. Tras la Función
Principal de Instituto, celebrada el 3
de febrero de 1980, se celebra el acto
simbólico de iniciación de obras de
restauración, a cargo del arquitecto
José Manuel Martínez Escribano. Esta
primera intervención tuvo diversos
contratiempos, las obras quedaron
paralizadas en varias ocasiones y en
este intervalo de tiempo se produjo un
incendio que destruyó parte del coro, lo
cual motivó que se detuvieran las obras
definitivamente.
Posteriormente, en los años 90, se
encarga el estudio del proyecto a los
arquitectos Hermanos Arrieta, los cuales
elaboran un proyecto diferente. En
octubre de 1999 se inaugura la primera
fase de la restauración de la Capilla y
casa-hermandad, previamente por parte
del Ayuntamiento de Sevilla se restauró
la torre y las cubiertas, para hacer
habitable el edificio.
Todo esto fue posible gracias a la
creación de un patronato que sufragó
todos los gastos de la restauración, al
margen de los presupuestos de la
Hermandad. Actualmente, en octubre de
2003, está en estudio la segunda fase
del proyecto de restauración,
consistente en el afianzamiento de la
estructura del coro, la creación de
nuevas dependencias en el mismo, así
como la apertura del balcón a la calle
Descalzos, actualmente tapiado.
La Manzana que ocupaba el convento,
estaba situada entre las actuales calles
de Alhondiga, y otras dos en recuerdo a
la Orden Trinitaria que lo habitó,
Dormitorio al dar a esta calle los
aposentos de los religiosos y Descalzos,
en alusión a la orden.

Bibliografía:
- Daniel Pascual del Pueyo
- Archivo Hdad. Del Stmo. Cristo de
Burgos.
- Joaquín González Moreno: Conferencia
“El Cristo de Burgos en Sevilla”
(Ayuntamiento 03.02.94)
- Bibiano Torres Ramírez: Conferencia
“Portico Cautivo de San Ildefonso”
(1991)
- Carlos Ros: “Sevilla día a día” (1996)
- Juan Carrero: “Anales de las Cofradías
de Sevilla” (1984)
Documentación Gráfica:
- Francisco Santiago
- Arte Sacro
Fotos: Francisco
Santiago© |