La Exposición del
Santísimo es la devoción que tiene por
objeto la adoración de Cristo
Eucarístico. Se fundamenta en la fe en
la Presencia Real de Cristo en la
Eucaristía.
En 1534, en
reparación a los ataques de los
protestantes contra la Eucaristía, los
capuchinos decidieron incrementar la
exposición del Santísimo durante los
tres días que precedían a la Cuaresma.
Estos días popularmente se utilizan en
carnavales. Establecieron así cuarenta
horas consecutivas de adoración, el
tiempo que transcurrió aproximadamente
entre la crucifixión y la resurrección
de Nuestro Señor.
Comenzando en Milán,
Italia, la práctica pronto se propagó
por todo el país y por el mundo. San
Felipe Neri introdujo la devoción en
Roma.
Los Papas Pío IV,
Clemente VIII y Pablo V la enriquecieron
con numerosas indulgencias. Los obispos
concedieron indulgencias.
La adoración nocturna
para hombres comenzó en Nuestra Señora
de las Victorias (París), el 6 de
diciembre de 1848. Desde París, los
centros de adoración nocturna se
extendieron por el mundo. En 1875 había
en Francia unas sesenta diócesis con
adoración perpetua diurna. En cuarenta
de ellas había también adoración
nocturna.
Algunas asociaciones
tomaron la adoración perpetua como uno
de sus principales fines. Entre ellas
está la Archicofradía del Sagrado
Corazón de Jesús.
La Exposición al
Santísimo ha sido recomendada con
frecuencia por los Papas. La vida de los
santos está repleta de testimonios de
amor al Santísimo y de los maravillosos
frutos de la adoración.
Fotos: Francisco
Santiago |