ontificia,
Real, Ilustre y Antigua Hermandad y
Cofradía de Nazarenos del Santísimo
Cristo de la Conversión del Buen Ladrón
y Ntra. Madre y Señora de Montserrat.
Número de Pasos: 2
Iconografía: Jesús habla con el Buen
Ladrón (Juan de Mesa 1619-20)
Templo: Capilla de Nuestra Señora de
Montserrat
Túnicas: Blancas de cola con antifaz
azul y cinturón de esparto en el Cristo.
Túnicas de cola de color crema con
antifaz azul de raso y cíngulo azul y
oro en la Virgen
Música: Tras el paso de Misterio: Banda
del Cristo de las Tres Caídas. Tras el
paso de palio: Maestro Tejera
Nazarenos: 450 (Aprox.)
Costaleros: 40/35
Capataces: José R. Rodríguez Gautier y
auxiliares.
Paso de Misterio: Neobarroco
Paso de Palio: Orfebrería plateada.
Escultores: El Cristo de la Conversión
es obra de Juan de Mesa (1619-20) La
Magdalena anónima, atribuida a Pedro
Roldán (1851), los ladrones de Pedro
Nieto Montañés (1628). La Virgen de
Montserrat es anónima (s. XVII)
Flores: Claveles rojos en el misterio y
claveles blancos, rosas blancas y
alhelíes en el palio.
ITINERARIO: SALIDA 20.30 Cristo del
Calvario, San Pablo, Plaza de la
Magdalena, Rioja, Velázquez, O'Donnell,
CAMPANA 21.40 CARRERA OFICIAL,
Placentines, Alemanes, García de
Vinuesa, Puerta del Arenal, Castelar,
Plaza de Molviedro, Doña Guiomar,
Zaragoza, San Pablo y Cristo del
Calvario. ENTRADA ULTIMO PASO 2.10.
La devoción y culto a la Santísima
Virgen de Montserrat, mantenido por los
catalanes residentes en la ciudad para
el comercio con las Indias, es el origen
directo de esta Hermandad como
corporación de gloria o de luz. Los
historiadores oscilan al señalar su
antigüedad desde finales del XV hasta
finales del XVI. Sin embargo sus
primeras Reglas como Hermandad de
penitencia fueron aprobadas el 24 de
abril de 1601, por el Administrador sede
vacante D. Luciano de Tregón. En ellas
ya se prescribía la Estación de
Penitencia a la Santa Iglesia Catedral
en la tarde del Viernes Santo. Fundada
en la Iglesia parroquias de San
lldefonso permaneció en ella hasta el
año 1.650, en que acordó trasladarse a
la Iglesia de San Pablo de los Padres
Dominicos. Años más tarde adquirió dos
casas en el Compás del citado Convento
construyendo su Capilla propia.
En la opinión de D. Santiago Montoto la
Cofradía adquirió auge en el siglo XVII,
en que ingresaron en ella los mercaderes
de lienzo, sosteniendo el culto y gastos
de la Hermandad. Sin embargo, a partir
de 1761 entró en un período de
decadencia, subrogándose el gremio en la
propiedad de los bienes.
En la Semana Santa de 1849 varios
devotos, considerando que la Hermandad
no estaba canónicamente extinguida, se
propusieron su restablecimiento. Una vez
autorizada por el Prelado la recepción
de nuevos hermanos y las elecciones de
oficios, tuvo que sostenerse un pleito
ante la Jurisdicción Civil con el gremio
de mercaderes de lienzos, acerca de la
propiedad de los bienes, pleito que ganó
la Hermandad. En 1851 volvió a realizar
Estación de penitencia.
Los años que siguen a la reorganización
(1850-1868) se caracterizan por la
fuerte vitalidad de la Hermandad, que
contó con el apoyo de la burguesía
sevillana, y especialmente de la pequeña
Corte chica sevillana: el día 7 de marzo
de 1851, en el Palacio de San Telmo,
fueron nombrados Hermanos Mayores
Perpetuos D. Antonio María de Orleans,
Duque de Montpensier, y su esposa Doña
María Luisa Femanda de Borbón, Infanta
de España. Con ellos nació la
vinculación tradicional con esa rama de
la familia real española, de la que dan
testimonio otros ilustres miembros: Su
Majestad la Reina María Amelia de
Nápoles Dos Sicilias, madre del Duque, y
esposa del rey de Francia Luis Felipe de
Orleáns, que fue camarera de la Virgen
de Montserrat; la Infanta Luisa de
Orleáns, nieta de los Montepensier, que
-también ostentó el cargo honorífico de
camarera; y especialmente el esposo de
esta última, el Infante Don Carlos de
Borbón, que ostentó el cargo de Hermano
Mayor efectivo durante un largo período
de casi 40 años. Su hija, Dña. María de
las Mercedes, fue asimismo camarera
honoraria de la Santísima Virgen.
Actualmente ostenta el cargo de Hermano
Mayor Honorario Perpetuo S. M. el Rey de
España Don Juan Carlos I de Borbón.
Fruto de aquel período de esplendor de
mediados del XIX es el patrimonio de
orfebrería y bordados que aún hoy se
conserva, así como el estilo y el sello
romántico de la Cofradía, que se observa
a lo largo de todo el cortejo: desde las
túnicas que recuperaron en 1851 el color
inmaculista (cuando la casi totalidad de
las túnicas eran negras o moradas) o el
diseño de las insignias, hasta las
figuras simbólicas de la Mujer Verónica
y la Virtud Teologal de la Fe (que datan
de 1859 y 1865 respectivamente), y
especialmente la tipología del paso de
palio, de erestería rígida, caídas de
terciopelo y corbatas en sus esquinas.
En el siglo XX la Hermandad, con sede en
su Capilla propia del extinguido Compás
de San Pablo, e integrada en la vida
parroquias de Santa María Magdalena, ha
sabido mantener y acrecentar su rico
patrimonio, potenciar su vida interna y
conservar el culto diario al Señor
Sacramentado y a sus Sagrados Titulares.
2000, En la fachada de la iglesia de
Montserrat puede admirarse ya el nuevo
azulejo con la imagen del Cristo de la
Conversión del Buen Ladrón.
En el 2001 celebra con solemnidad el IV
Centenario de la aprobación de las
primeras Reglas (abril de 1601), fecha
histórica de nacimiento de la Hermandad.
En 1979 la capilla fue sometida a una
una amplia restauración.
El sábado 1 de diciembre de 2001 se
Clausuraron los actos del IV Centenario
de la Hermandad de Montserrat, con la
Solemne Función de Acción de Gracias en
la iglesia de San Ildefonso, sede
fundacional de la Hermandad en el ya
lejano año 1601.
El sábado 22 de diciembre de 2001, se
presentó en la Capilla de Montserrat el
Boletín extraordinario del IV
Centenario. Este acto cerró el año del
citado Centenario de la corporación del
Viernes Santo sevillano, donde se han
celebrado cultos y actividades
extraordinarias para conmemorar el
mismo.
El 7 de octubre de 2002, El presidente
de la Generalitat, Jordi Pujol visitó
las Hermandades de la Hiniesta y
Montserrat, que finalizo su estancia en
Sevilla con las palabras: "Estoy de un
mariano subido".
El 17 de octubre de 2002, en el Cabildo
General de Elecciones en la Hermandad de
Montserrat, resultó elegida, por 144
votos de los 168 emitidos la candidatura
presentada por Francisco Javier Yoldi
García.
El 20 de diciembre de 2002, la Hermandad
de Montserrat presentó los actos del XXV
aniversario de las cuadrillas de
hermanos costaleros.
En la Semana Santa de 2003, la leve
lluvia que sorprendió finalizando el
Viernes Santo, obligó a la Hermandad a
entrar antes en su templo.
En la Semana Santa de 2004, es la única
Corporación que hace estación de
Penitencia completa a causa de las
lluvias Caidas. Igualmente presentaba
importantes estrenos en el paso
procesional y en el palio.
En el primer "paso" figura el Santísimo
Cristo de la Conversión del Buen Ladrón,
prodigioso crucificado de Juan de Mesa,
esculpido entre 1619 y 1620. La Sagrada
Imagen representa el momento cumbre del
perdón desde el árbol de la cruz,
dirigiendo su promesa de vida eterna
hacia San Dimas, el Buen Ladrón. Con
esta obra Juan de Mesa se distancia del
modelo montañesismo, creando un
prototipo de Crucificado más personal,
con notables innovaciones en la posición
del tronco y en el sudario. El modelo de
la cabeza es sin duda el mismo que el
utilizado en el Señor de San Lorenzo,
ultimado por Mesa en el mismo año de
1620; de ahí la popular designación para
el Crucificado de la Conversión como el
"Gran Poder Crucificado". El Cristo de
la Conversión fue restaurado por Gabriel
de Astorga en 1851, que encarnó de nuevo
la efigie y le colocó ojos de cristal.
En 1982 fue intervenido por José
Rodríguez Rivero-Carrera, que eliminó
repintes, fijó las piezas desprendidas
y, ejecutó nueva cruz arbórea. Las
imágenes de los ladrones, San Dimas y
Gestas, de telas encoladas y debidas al
imaginero Pedro Nieto en 1628, han sido
recuperadas tras una compleja
restauración en el año de 1998. El
misterio se completa con una imagen de
Santa María Magdalena de rodillas al pie
de la cruz. Se trata de una talla del
siglo XVIII de notable mérito, atribuida
a Pedro Roldán.
La canastilla del paso es obra de
Antonio Girón, con ángeles mancebos y
relieves de la Pasión obra de Rafael
Lafarque; fue estrenado en 1944.
En el segundo paso procesiona Nuestra
Señora de Montserrat, bellísima Dolorosa
de escuela sevillana de la primera mitad
del siglo XVII. atribuida, gracias a un
documento relativo a un pleito sostenido
en 1619, a "un escultor de la calle de
la Ballestilla" (¿Gaspar de la Cueva?),
que la tallaría inicialmente (hacia
1607), y a un oficial de Martínez
Montañés que tenía su taller en la calle
de la Muela (muy posiblemente Juan de
Mesa), que la culminaría años más tarde,
al no haber quedado inicialmente del
gusto de la Hermandad. Fue restaurada
por Gabriel de Astorga en 1851, y por
Manuel Gutiérrez Cano en 1899, tras el
incendio que sufrió el paso aquella
Semana Santa, al procesionar por la
calle Murillo, y que afortunadamente
sólo afecto superficialmente a la
encarnadura de la Imagen.
El paso de palio es característico de
esta Hermandad, al haber perpetuado los
elementos principales que tenían los
pasos de Sevilla en el período
romántico, antes de la "revolución
estilística" juanmanuelina. La crestería
es de metal plateado, del taller de
orfebrería de Isaura (que también
realizó la preciosa Cruz de guía), y
data de 1955. Las bambalinas datan de
1889, del taller de Consolación Sánchez,
con diseño de Emilio Pizarro. Están
bordadas en oro a realce sobre
terciopelo de seda de Lyon azul marino,
con motivo de rocalla, rosas y
ornamentación vegetal. Los faldones del
paso datan de 1851, siendo obra de
Manuel Muñoz de Rivera. El techo de
palio fue bordado por el Convento de las
Adoratrices en 1930.
El característico manto de la Virgen, es
obra en su diseño original del famoso
taller de bordados de Patrocinio López.
Fue estrenado en la Semana Santa de
1866, si bien fue pasado a nuevo
terciopelo azul más oscuro en el año
1900, a raíz de los daños sufridos en el
incendio antes referido. Nuevamente
pasado a terciopelo nuevo en 1969 por
los sobrinos de Caro, y en 1994 por
Piedad Muñoz. El diseño se inspira en
los mantos regios de la corte española,
utilizando sus símbolos heráldicos por
privilegio de los Infantes de España. En
su exterior se reproduce el gran collar
de la Orden de Carlos III y el collar de
la Orden del Toisón de Oro. Una gran
guardilla de grandes hojas vegetales y
rocalla enmarca el centro de la pieza,
que está tachonado de castillos y
leones, flores de lís y cruces de
Calatrava. La Santísima Virgen viste
saya azul, diseñada por Virgilio Mattoni
en el año 1900. La Corona de plata
sobredorada es obra de Eduardo Seco
Imberg en 1931.
Los varales son obra de Fernando Cruz
(1955); respiraderos de Antonio Cruz (1
964); juego de jarras de Fernando Cruz y
Juan Femández (1 951-52); candelería de
Manuel de los Ríos (1988); candelabros
de cola de Viuda de Villarreal (1974);
Imagen de la Moreneta de Villarreal
(1976).
Página web:
http://www.hermandaddemontserrat.org/ |