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domingo 2 de abril de 2006 en la misa de
las 13:00 horas, se bendijo la imagen de
la Dolorosa que ya se pudo contemplar el
sábado durante el Vía Crucis del Cristo
de los Desamparados del Santo Ángel.
La imagen se ha puesto bajo la
advocación de los Siete Dolores, por la
amargura de su rostro y las siete
lágrimas que recorren sus mejillas.
Es la primera obra de Francisco Romero
Zafra en Sevilla. Se ha realizado
siguiendo el modelo la escuela barroca
española de los bustos de Dolorosa de
medio cuerpo, enriqueciéndose con una
artística peana dorada con imitación de
carey.
El dorado es obra de Rafael Barón. La
obra ha sido donada a la iglesia del
Santo Ángel. Provisionalmente, tras la
Semana Santa se colocará en la Capilla
del Sagrario, junto al Crucificado,
después ya se ubicará en un lugar
definitivo.
En septiembre de 2006
estrenó nueva diadema y corazón
cincelados en plata por el orfebre
Emilio León, dentro de un diseño rocalla
de gran belleza.




Más de Siete Dolores. Francisco
Santiago.
Este
mes de noviembre es un mes muy duro para
los cristianos, pues todo nos recuerda a
los que ya no están con nosotros.
El cambio de horario,
la tarde que se vuelve noche demasiado
pronto, el frío, el silencio, la
oscuridad y, sobre todo, el recuerdo.
Y Ella espera con ese
dolor contenido el regreso de su Hijo.
Ese mismo Hijo perdido y hallado en el
Templo, y el que Poncio Pilatos dejó
Cautivo en su Soledad ante la
muchedumbre para que fuera cruficicado.
Y en sus Siete
Dolores, espera que llegue pronto el mes
de diciembre, mes que representa la
Natividad y, a su vez el regreso del
Hijo al templo del Santo Ángel.
Entre tanto, Ella
implora con sus manos juntas por todos
nosotros y, más allá de las lágrimas y
el dolor, ese dulce rostro de María,
bello como ninguno, evocando en cada
mirada el amor que siempre nos ha
declarado sin tapujos…
Gracias Madre.

Foto: Francisco
Santiago |