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julio de 2006 se presentó el primer
lienzo de la serie de los ángeles que
decoran la nave principal del Santo
Ángel. La restauración ha durado
aproximadamente un mes, eliminándose los
barnices antiguos y suciedades, por lo
que el resultado es espectacular.
Representa a Abrahán
y los tres ángeles, pintándose a
mediados del siglo XVII y han
permanecido, a pesar de la historia y
los expolios, en el lugar para el que se
pintaron, aunque durante la francesada
se los llevaron a los Alcázares y a
punto estuvieron de salir para el otro
lado de los Pirineos.
Fueron realizados por
alguno de los discípulos que formaban el
taller de Zurbarán. Los motivos son de
asuntos bíblicos y de santos con
ángeles, dentro de la temática de la
iglesia dedicada al Santo Ángel.
El jueves pasado, en
visita del catedrático Enrique
Valdivieso, alabó la excelente calidad
de la pintura, los rostros zurbaranescos
la calidad de los claroscuros y detalles
como el estudio de la figura de Abrahán
es impresionante.
Se atribuyen desde siempre a los
hermanos Polanco, pero la restauración
ha dado una sorpresa agradable y es
necesario estudiarlos más por la elevada
calidad de la obra. La comunidad va a
seguir con la restauración de los
siguientes lienzos, bajándose a
continuación el de Tobías y el ángel.
Durante el fin de semana estará en
exposición en la iglesia para apreciar
su recuperada belleza.



Desde octubre de 2006
los Carmelitas Descalzos del Santo Ángel
pusieron a la vista de la feligresía el
segundo cuadro restaurado de la serie de
los ángeles. La pintura es Tobías y el
arcángel San Rafael. El lienzo ha
quedado fantástico, es una obra de gran
calidad. La serie fue realizada por los
hermanos Polanco, dentro de los
discípulos y taller de Zurbarán. La
pintura se subirá para el domingo
siguiente, día 15, Solemnidad de Santa
Teresa, y se bajará el siguiente para
restaurar, la pintura de San Isidro y
los ángeles.






En
febrero de 2007 llegó al Santo Ángel el
tercer cuadro de la serie de los ángeles
perteneciente al taller de Zurbarán,
concretamente de los hermanos Polanco.
Este representa el
momento de la vida de San Isidro en que
mientras permanecía en oración, los
ángeles araban sus tierras.
Se escoge este
momento porque San Isidro fue canonizado
en 1622 junto a Santa Teresa, también
presente en esta serie del Santo Ángel.


Desde mayo de 2007,
La iglesia del Santo Ángel cuenta con un
nuevo cuadro restaurado de la serie de
los ángeles, en este caso "Santa Teresa
guiada por los ángeles". El mismo sigue
con la temática de los ángeles, pero con
un asunto muy carmelitano. El suceso
tiene lugar cuando la Santa va a fundar
el convento de carmelitas descalzas de
Salamanca, van de noche y se pierden por
el camino.
La Santa desesperada
recurre al Señor, era noche de Ánimas, y
se le aparecen dos ángeles que le guían
con antorchas en las manos hasta llegar
a la ciudad. El cuadro es de gran
calidad, salido del taller de Zurbarán,
recordando mucho la imagen de la Santa
el que pintó Zurbarán para la sacristía
de la Catedral, presentando el mismo
rostro en ambas pinturas.




Fotos:
Francisco Santiago
Arte
Sacro. El lienzo de "La Virgen
del Carmen amparando a la Orden", del
siglo XVII, que no forma parte, en su
origen, de la serie de los ángeles, sino
que fue incorporado a la serie, tal como
se percibe en los añadidos laterales,
fue restaurado en abril de 2008.
La obra se incorpora
al templo en el siglo XIX, es obra de un
pintor del siglo XVII, de mediados, de
excelente factura en la Virgen y en los
dos ángeles, mientras que las figuras de
los frailes y monjas presentan tal vez
una mano diferente. El lienzo estará
expuesto durante este fin de semana y
los días de la semana próxima.
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Arte
Sacro. En julio de 2008, entre
el besamanos de la Virgen del Carmen, se
presentó restaurado el último de los
cuadros que forman esa original serie
sobre los ángeles que adornan la nave
central del templo carmelitano.
Representa la lucha de Jacob y el ángel,
tal como lo narra el libro del génesis.
El ángel lucha toda la noche con Jacob y
le hiere en el muslo para poder
vencerle.
La escena se recrea
con el amanecer, al fondo aparece el sol
que baña con sus rayos un pequeño pueblo
israelita. Llama la atención la belleza
del ángel mancebo, el mejor de toda la
serie, así como el rico colorido de las
vestimentas del ángel, a base de oros y
carmines, que contrastan con el rojo de
la túnica de Jacob. La calidad de la
pintura es muy alta, considerándose las
mejores de la serie junto con la de
Abrahán y la de Tobías.
Las pinturas se
vienen atribuyendo al taller de
Zurbarán, concretamente a los hermanos
Polanco, que demuestran la altísima
calidad para colaborar con el gran
maestro del claroscuro y de los ropajes
monacales.
Han sido dos años y unos meses los
que ha supuesto la restauración de las
seis obras que estarán a punto para las
celebraciones del IV Centenario del
templo en los meses de octubre a
diciembre.






Fotos:
Juan Alberto García Acevedo y Francisco
Santiago |