Situación en
las Camaras de Aire y Extrados de
Bóvedas.
Los muretes de refuerzo situados encima
de los arcos se encuentran agrietados en
su totalidad, todas ellas por
movimientos de los arcos. Estos muretes
deberán demolerse para la consolidación
de los arcos, reconstruyéndolos
posteriormente con los refuerzos
oportunos.
Igualmente aparecen
fisuras significativas en las bóvedas
del presbiterio, de acceso a la
Sacramental, de la Virgen de las Aguas y
las dos bóvedas de la nave central.
La estructura de
madera presenta algunos elementos
sueltos, produciendo importantes empujes
sobre los muros laterales de apoyo de la
armadura de par y nudillo, que afectan
negativamente a la estabilidad de los
arcos.
Sismicidad.
Nos encontramos ante
un conjunto de lesiones que han
aparecido secuencialmente en la vida del
edificio. Desde el año de la
inauguración, 1.712, contamos un mínimo
de 11 terremotos de magnitud superior a
7 en la escala de Richter , que han
lesionado el edificio en su conjunto.
Cada movimiento sísmico actuaba sobre
las lesiones del anterior, creando
distintas situaciones estáticas y
creando un conjunto de lesiones
diferente.
Los epicentros de los
terremotos han sido los siguientes:
Arco Sur y Oeste
atlántico. Terremotos de Lisboa e Isla
Cristina
Sierra Nevada
Las ondas sísmicas, pues, han tenido dos
orígenes distintos:
Oeste-Noroeste
Este-Sureste
No tenemos
información de cómo han afectado al
edificio estos dos orígenes sísmicos.
Sabemos, sin embargo, que el reparto de
daños patológicos es mayor en una
dirección que en otra. Ello puede ser
debido también a otros parámetros, como
asimetría del edificio a lo largo de sus
ejes principales, influencia del peso de
la media naranja, heterogeneidad de
materiales, etc.
El Salvador es un
edificio muy pesado y muy esbelto, con
lo cual su centro de gravedad se sitúa
muy alto. Este factor de forma ha podido
agravar las lesiones, algunas de ellas
muy graves que existen en los arcos y
pechinas de apoyo del tambor de la media
naranja.
Como dice Feilden
(1.987):
“La frecuencia
dominante de la onda sísmica, así como
la frecuencia natural del edificio y del
suelo, son determinantes, y en
particular, la rigidez de la
construcción en relación a las
propiedades del subsuelo. El edificio
entero vibrará a una cierta frecuencia
(su frecuencia natural) debido a su
forma y rigidez; si esta frecuencia es
cercana a la del subsuelo, se producirá
una resonancia dinámica y el daño
estructural resultante será mucho
mayor.... Durante un terremoto violento
los elementos mal conectados actúan como
arietes, oscilando de diferente manera.
La experiencia demuestra.... que las
primeras grietas que aparecen dividen la
estructura en partes discretas, con
características dinámicas propias, que
vibran de manera distinta y actúan unas
contra otras, aumentando su efecto
destructivo”4
y también:
“La respuesta dinámica a movimientos
de onda larga será esencialmente
elástica si la estructura ha sufrido
solo un agrietamiento limitado y
conserva todavía un carácter cuasi-monolítico.
Sin embargo, un aumento del movimiento,
fruto del sismo, conduce a un aumento
del número y tamaño de las grietas. Así,
la respuesta inicialmente elástica, dará
lugar a otra en las que los bloques de
la fábrica o las partes discretas en las
que se divide, empezarán a vibrar con
distinta frecuencia, llegando a
respuestas “fuera de fase” en las que
los elementos comienzan a chocar entre
sí, propiciando una separación creciente
entre los elementos, llegando a la
creación de mecanismos de colapso”
Al estar construido con una piedra tan
débil, el movimiento rítmico de los
arcos en el sismo, ha actuado como un
martillo pilón sobre los arranques,
machacando la piedra y produciendo
descensos constatados de los arcos, que
en algunos casos, están despegados de
las fábricas.
Lo mismo ha sucedido con las pechinas:
los movimientos de la cúpula, unidos a
las filtraciones de agua, han producido
una degradación notable de la piedra,
apreciable a simple vista en la pechina
del Sureste.
4.- Citado por Arce, I en “Elementos
y sistemas constructivos antisísmicos en
la antigüedad. Aplicación a la
restauración de estructuras históricas”
del Actas del Primer Congreso Nacional
de Historia de la Construcción.
Instituto Juan de Herrera, 1.996
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