Conquistada Sevilla,
el rey San Femando mandó construir una
Capilla en la nave central de la
mezquita mayor de los almohades, que fue
consagrada el 22 de diciembre de 1248.
Allí fue colocada una imagen de la
Virgen, titulada de Santa María, que era
el nombre por el que era conocida
entonces la actual Virgen de los Reyes.
Puede decirse que
esta Capilla fue la primera Iglesia
Mayor de Sevilla, hasta que por diversas
gestiones del Cabildo se llevó a cabo su
demolición, para construir una capilla
acorde con la actual Catedral.
Mientras se llevó a
cabo la realización de la nave real, la
Virgen estuvo en una Capilla situada en
donde hoy está la Biblioteca Capitular,
en el Patio de Naranjos, y
posteriormente, en otra zona del citado
Patio, en el lugar ocupado por la
Hermandad del Sagrario.
Fue en el año 1579
cuando se inaugura la actual Capilla de
la Virgen de los Reyes, en el interior
de la Catedral, procediéndose al
traslado de la imagen y de los restos
del rey Femando III El Santo, que fue
canonizado en el año de 1671.
Hasta este
año, la Virgen presidió el centro del
altar de la nueva capilla, siendo
colocados los féretros del santo
monarca, de su mujer y de su hijo en las
gradas de la nueva Capilla. Cuando el
rey Fernando III fue canonizado, su
cuerpo fue separado de sus familiares,
para ocupar el centro de la Capilla,
como en la época actual, en una urna que
fue posteriormente cambiada por la que
hoy conserva el cuerpo incorrupto del
santo monarca.
La Virgen de los
Reyes, que primero fue titulada de Santa
María y de Nuestra Señora de Agosto, se
halla colocada en la Capilla Real, en un
tabernáculo de plata, con fondo de
casetones con castillos y leones y un
baldaquino de estilo y dibujos góticos,
del siglo XVI. Proceden de la antigua
Capilla Real.
En la actualidad, y
siguiendo una antiquísima tradición, un
Cabildo de Capellanes Reales, que
autorizó la fundación de la Asociación
de Fieles de Nuestra Señora de los
Reyes, cuida la Capilla Real, así como
el programa de actos en honor de la
Virgen de los Reyes y de Fernando III El
Santo.
Fotos: Francisco
Santiago |