La procesión está encabezada por el
Guión Sacramental de la Archicofradía
del Sagrario seguida por las
representaciones de las hermandades de
Gloria, este año como novedad, la
Hermandad del Cristo de la Corona no irá
en este primer tramo al haberse
convertido en Hermandad de Penitencia.
El primer paso corresponde a las Santas
Justa y Rufina, siendo portadas por
costaleros de una hermandad de Triana,
que van rotando anualmente. Las imágenes
están atribuidas a Pedro Duque Cornejo
(s. XVIII) y lleva los faldones rojos al
ser santas mártires. Tras este paso van
las hermandades de penitencia que no son
sacramentales, agrupadas por día y orden
de salida.
El segundo paso es San Isidoro, siendo
las andas preparadas y portadas por la
corporación del viernes santo que lleva
su titularidad. Al igual que las
primeras imágenes, está atribuido a
Duque Cornejo (s. XVIII). Tras el
paso van las representaciones del
Apostolado de la Oración, Congregación
Luz y vela y Adoración Nocturna,
seguidas de un primer grupo de las
hermandades sacramentales por orden de
antigüedad.
El tercer paso es la imagen de San
Leandro vestido de Obispo, siendo la
Hermandad de la Macarena la encargada
del exorno floral y de portar las andas.
También se atribuye a Pedro Duque
Cornejo (siglo XVIII). Tras el paso van
las restantes hermandades sacramentales.
El cuarto paso corresponde a San
Fernando, Rey Santo que porta en sus
manos la espada y la bola, además de ir
tocado con corona. Esta imagen es
atribuida al escultor Alonso Martínez
(s. XVII), estando a cargo su exorno y
porte de las andas a la hermandad de la
Redención. Le acompaña la Banda
Municipal. Tras el paso van
representaciones de los tres Ejércitos,
que tradicionalmente acompañan al Rey
Santo, figurando además en Pendón de San
Fernando. Tras la representación militar
figuran representantes de varias
instituciones, representaciones de
cámaras y colegios oficiales, jefaturas
de las distintas ramas, cuerpos
consulares, varias Ordenes, el Consejo
de Hermandades y Cofradías y la
delegación Diocesana de Acción Católica.
 
 
El quinto paso es una escultura completa
policromada de la Inmaculada Concepción
atribuida a Alonso Martínez (s. XVII) y
esta a cargo de la Archicofradía del
Silencio. Tras la Inmaculada se
sitúa la Archicofradía Sacramental del
Sagrario, compuesta por seis parejas de
niños carráncanos portando hachetas y
visten una indumentaria original del
XVIII, aunque vienen acompañando al
cortejo desde el siglo XVI. Tras ellos
los hermanos del Sagrario con cera roja
en recuerdo a la sangre de Cristo por
privilegio pontificio que ostenta la
corporación.
El sexto paso es la imagen del Niño
Jesús bajo templete, obra de Martínez
Montañés de 1606 que portan costaleros
de la Hermandad del Sagrario. Tras el
paso van representaciones de
instituciones religiosas, ordenes
terceras y distintas comunidades.
El séptimo paso corresponde a la Santa
Espina, también conocido por Custodia
Chica. Está compuesta de dos cuerpos, el
primero con una reliquia de la Santa
Espina de Cristo y en el segundo una
rosa de plata, el conjunto contempla en
la parte superior la figura de la Fe. Se
cree obra de Francisco de Alfaro (s.
XVII) y es portada por costaleros de la
Hermandad del Valle. A este paso le
acompañan representaciones de la Curia
Diocesana, clero secular y Tribunal
Eclesiástico, Cabildo catedralicio y
real maestranza de caballería, además de
los seises con trajes eucarísticos rojos
y blancos y el coro polifónico
catedralicio.
El octavo paso corresponde al Santísimo
Sacramento o La Custodia. Es obra de
Juan de Arfe realizada entre 1580 y
1587, habiéndole añadido Juan de segura
en 1668 la Inmaculada y otras
miniaturas. Este paso va sobre ruedas y
le acompaña la Banda de Música de la
Región Militar Sur. Tras La
Custodia va el arzobispo de Sevilla
acompañado por un diácono y subdiácono,
el deán y el vicario general, así como
representaciones del Ayuntamiento y la
Diputación Provincial, con miembros de
la Policía Local de gala, cerrando el
cortejo una compañía mixta de los
Ejércitos de tierra y Aire, con
acompañamiento musical.
 
 
La procesión parte de la Catedral a las
8:30 de la mañana, aunque media hora
antes se celebra una Misa de autoridades
en el Altar mayor, ceremonia presidida
por el arzobispo de Sevilla. La
Eucaristía es cantada en gregoriano y
los seises bailarán en el presbiterio
bajo ante el Santísimo, al igual que
hacen en las Octavas del Corpus y la
Inmaculada.
 
Las representaciones de las hermandades
deben estar antes de las 8 de la mañana
en el Patio de los naranjos, accediendo
al mismo por las puertas de la
Concepción y el Perdón, vistiendo traje
oscuro todos los participantes. A su
regreso al templo catedralicio la
custodia se detiene en la Plaza Virgen
de los reyes para que las tropas le
rindan honores en este tradicional
desfile. Tras la procesión, el arzobispo
imparte la bendición final con el
santísimo Sacramento desde el Altar
Mayor.
 
Tras la procesión del Corpus, aún
tendremos ocasión de asistir a otras dos
procesiones ese mismo día,
correspondientes a los traslados a sus
respectivos templos del Señor de la
Sagrada Cena y la Hiniesta Gloriosa.
Normalmente el señor se traslada a
partir del mediodía y la Virgen sobre
las 20 horas.

Fotos: Francisco Santiago© |