Exposición Corpus
Christi. Fiestas del Corpus en Sevilla:
El valor de lo efímero.
El Hospital de la
Caridad acogió durante el mes de Junio
de 2004, una Exposición sobre el Corpus
donde se pudieron contemplar más de 150
enseres relacionados con esta
festividad, algunos de autores como
Ortega Bru, Marmolejo, Miguel Sánchez,
Cristóbal Ramos o Esperanza Elena Caro.
Se reproduce a escala real un arco
festivo que se instaló en el Salvador en
1594.
Ver imágenes
Seises para bailar ante el Santísimo.
Antes de la procesión, una vez expuesto
el Santísimo en la Custodia, los niños
bailan tres danzas. Están dedicadas a Su
Divina Majestad, al arzobispo y a las
autoridades. Durante la procesión
entonan junto al coro los motetes
eucarísticos, pero no bailan en la
calle. En las Plazas de San Francisco y
El Salvador, la Custodia se detiene y el
arzobispo inciensa a Jesús Sacramentado
y se interpretan los referidos motetes
de la Escolanía.
Carráncanos de la Sacramental del
Sagrario.
Los carráncanos son niños de coro de la
Archicofradía Sacramental del Sagrario.
Forman en otro tiempo al comienzo del
cortejo, de ahí que se les conozca como
los niños que arrancan la procesión. En
la actualidad, esta señorial corporación
sacramental sitúa a un tramo de niños al
comienzo de su representación de
hermanos, que figura tras el paso de la
Inmaculada y delante del Niño Jesús. Los
carráncanos participan durante el año en
todas las procesiones que convoca la
Sacramental del Sagrario.
Representaciones de Hermandades.
Hermandades de penitencia, gloria y
sacramentales; asociaciones religiosas y
miembros de las autoridades civiles y de
la Iglesia participan en este culto
público a Su Divina majestad. Es el
cortejo más extenso de cuantos forman
parte en una procesión en Sevilla.
 
Pétalos sobre su Divina Majestad.
El Corpus es una procesión que muchos
suelen presenciar desde los balcones.
Así, los vecinos de algunas calles de la
carrera arrojan al santísimo pétalos de
flores como una forma más de devoción y
adoración.
Faldones bordados en el paso de la
Custodia.
Son una obra del siglo XVIII, restaurada
en su día en los talleres de Fernández y
Enríquez de Brenes. Fue entonces cuando
se sustituyó el magnífico brocado de oro
sobre bordado por una tela brillante
semejante al tisú. De ese antiguo
bordado se conserva el paño que cubre la
mesa del paso.
Ramilletes cónicos, un clásico exorno
floral.
Luce el paso de la custodia 12 jarras en
la peana. Todos estos enseres son obra
del siglo XVIII. El exorno floral de
cada jarra está trabajado en forma de
cono. Se pretende así no restarle
lucimiento a la orfebrería de la
custodia. Este paso ha llevado siempre
ramos cónicos de flores salvo algunos
años.
Fue a partir de 1978 cuando se recuperó
esta singular ornamentación. Aquel año,
Manuel palomino González se haría cargo
hasta hoy de la decoración floral de la
Custodia. Cada jarra se compone de
claveles blancos y ramilletes de
romeros. El ramo se corona con espigas.
Racimos de uva de Villanueva del Ariscal.
Se colocan en los dos frisos de la
Custodia que entornan al Santísimo.
También se sitúan en el friso y en las
maniguetas del paso. Junto con las
espigas, son donación de la familia
Góngora, de Villanueva del Ariscal.
Alfombra floral en la Plaza de San
Francisco.
En alguna ocasión, como en el año 1992,
las calles del recorrido de la procesión
se alfombraron con flores, al estilo del
pueblo canario de la Orotava.
Fotos: Francisco Santiago© |