
l
hispanista norteamericano Chandier R.
Post atribuyó estos cuadros a un
seguidor del pintor Alejo Fernández, que
denominó Maestro de Moguer.
Son obras de estilo y
técnica gótica, cuyo principal valor
reside en la colección de vasijas
cerámicas que decoran la tabla de las
patronas alfareras, Justa y Rufina, y en
la panorámica de Sevílla que se abre
entre ellas.
Las piezas de vajilla
muestran los modelos que se fabricaban
en las ollerías de Triana y que tanta
fama y dinero reportaron al barrio. El
paisaje urbano detalla cómo era la
capital hispalense en la época de los
grandes descubrimientos ultramarinos.
En la banda izquierda
del Guadalquivir despunta el alminar
almohade de la Catedral, antes de
recibir los cuerpos renacentistas de
campanas y coronarse con la veleta de la
Giralda.
A sus pies se
extiende el puerto del Arenal con la
Torre del Oro y el “ingenio” o grúa para
la carga y descarga en el muelle.
Enfrente, dominando el Altozano, emerge
el Castillo inquisitorial de San Jorge,
y al fondo del caserío trianero se
divisa la Real Parroquial de Santa Ana.
El puente de barcas comunica ambas
orillas.
ADORACIÓN DE LOS
REYES Y SANTAS JUSTA Y RUFINA
Autor: Maestro de Moguer.
cronología: Hacia 1515.
Técnica: Óleo sobre tabla.
Medidas: 101 x 112 cm. cada una.


Fotos:
Francisco Santiago |