
anta
Ana es la única parroquia sevillana que
conserva en la actualidad la crujía y el
retablo del trascoro.
Fue renovado en 1757,
tras el terremoto de Lisboa, por Martín
de Toledo, decorándose con soportes
estípites y las imágenes de San Felipe
Neri y San Juan Nepomuceno.
Entonces, don Agustín
Rodríguez, ministro jubilado de la
Inquisición, se ofreció a restituir el
cuadro de la Virgen de la Rosa “que
tenia en su casa y le havía tocado en la
partición de vienes de su suegro, don
Manuel Sánchez Durán, a quien la misma
iglesia por haver sido su bienhechor le
havía hecho antes donación de dicha
Santa Imagen”. Su objetivo era que la
Virgen de la Rosa presidiese el
trascoro, recibiendo a cambio una
sepultura para enterrarse a sus pies.
La Virgen de la Rosa había sido pintada,
en tomo a 1525, por Alejo Fernández para
visualizar una de las Cantigas del
rey-poeta Alfonso X el Sabio, fundador
de la parroquia: la que alaba a María
como “Rosa de las rosas”.
Ha sido siempre la
obra más aplaudida de cuantas firmó este
artista y la de espíritu más
sentimental, al fundir la típica
melancolía del arte flamenco con el
arrebato de pesimismo que impregnó a los
artistas florentinos de finales del
siglo XV.
La melancolía se
observa en la expresión ausente de la
Virgen, que se haya ajena a la lectura
que el Niño Jesús hace, presintiendo en
las espinas de la rosa la corona de la
Pasión. El pesimismo brota en el ángel
que ha caído en éxtasis a su derecha, al
reconocer también el futuro drama de
Cristo en el Calvario.


Restauración del altar del trascoro de
Santa Ana
El
altar del trascoro de la Real Parroquia
de Santa Ana de estilo renacentista,
donde se encuentra ubicada la hermosa
pintura de la Virgen de la Rosa, obra de
Alejo Fernández (s. XVI), ha recuperado
dos de los cuatro ángeles atlantes que
soportan los capiteles de la parte
superior del mismo, como podemos
comprobar en las imágenes.
Estas hermosas piezas en terracota
policromada han sido restauradas por el
escultor e imaginero Enrique Lobo
Lozano, en sus labores de conservador y
restaurador de la Real Parroquia que
lleva el nombre de la abuela de Cristo y
que en estos días esta haciendo gala de
los visibles trabajos de remozamiento
que se están llevando a cabo en la
misma.
El autor de dicha restauración nos
comento que el trabajo realizado, ha
consistido fundamentalmente en la
reconstrucción de fragmentos ausentes,
limpieza policroma (lo cual se aprecia
visiblemente) y reconstrucción
pictórica.
En las imágenes que mostramos podemos
contemplar la minuciosa labor llevada a
cabo y el esplendor recuperado en dicha
intervención, que se extenderá de
momento en los otras dos esculturas, y
en la restauración y realización de
nueva factura en otros dos ángeles de la
parte superior derecha que como en la
parte adversa van flanqueando un
penacho.




Fotos:
Francisco Santiago |