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Querido Agustín. José Luis Martínez.

Esta en: Portada / Biografías

Termina el año 2004, cosas de la vida, lleno de alegrías por todas las salidas extraordinarias que hemos vivido, quizás en compensación por la Semana Santa pasada, donde el agua, un año más hizo sus pinitos. Ha sido el año del “11-M”, el año de las guerras, del terrorismo, de los maremotos, en fin, un año, con muchas razones para olvidar. Pero si algo recordaré y nunca olvidaré de este año de 2004 que se nos ha ido ya, gracias a Dios, será aquel día de primeros de junio, donde el gran cofrade y mejor persona Manuel Ramírez, me llamaba muy, muy temprano, para darme una noticia, que me dejó sin voz durante muchas horas. Manuel, gran fotógrafo cofradiero, para los que no lo conocen, es una persona alegre y que transmite siempre un optimismo fuera de lo normal, pero aquel día su voz no era la de siempre: “Pepelu, Agustín Hepburn ha fallecido”. Que de recuerdos, y es que como Agustín siempre me decía, cada vez que nos veíamos “Pepelu que nos gusta esto”.

Fue una mañana donde rompí a llorar en muchas ocasiones tanto por dentro como por fuera. Fueron unos días, donde todos nos unimos para compartir el dolor de la desaparición de un gran cofrade, de los que ya quedan pocos, un verdadero luchador de la vida, y preocupado siempre por las cofradías.

Por eso este año, al menos para mí, no ha sido tan espléndido, a pesar de los numerosos e importantes acontecimientos cofrades sucedidos, pues desde junio nos ha faltado el querido Agustín con su cámara en ristre. Aunque bien es cierto, pues me consta, que el gran Hepburn, desde el cielo habrá seguido sin duda todo lo que ha pasado este año con gran entusiasmo.

Muchos fueron los compañeros que le dedicaron artículos al gran cofrade, todos ellos reflejados en un gran especial en Arte Sacro, diseñado por mi compañero Francisco Santiago. Yo personalmente me quedo con las palabras tan acertadas que el día de la terrible noticia, nos dejó Carlos Herrera en su programa, resumiendo muchas de las cuestiones por las que posiblemente se había producido el fallecimiento del gran Agustín.


Como Un Mulo. Carlos Herrera

Quiero contarles la historia de un hombre que ha fallecido en Sevilla. Bueno es uno de esos hombres de la comunicación del que no se hablará mañana en los periódicos de toda España, a pesar de lo abrupto de su muerte.

De nombre Agustín Hepburn, un hombre joven, era un hombre muy popular en Sevilla porque en los canales de televisión local pues lo hacia todo y era un hombre que estaba muy implicado en la Semana Santa.

Retransmitía todas las cofradías, era el único capaz de retransmitir una cofradía y conocer nombre y dos apellidos de todos los nazarenos sin verles la cara. Y saber quien era el Consiliario 1º de una hermandad pequeña de barrio, que eso tiene un merito tremendo. Daba pregones, iba y venia y trabajaba como un mulo, fíjense bien lo que digo, como un mulo. Este hombre se ha quitado la vida y permítanme evitarles los detalles de cómo se ha quitado la vida, porque no es agradable.

Este hombre estaba contratado en una televisión local a tiempo parcial, a tiempo parcial eh. Con lo que quiero decir que la pensión que le va a quedar va a ser nada. ¿Y sabe usted que ganaba por estar todo el día en esa televisión metiendo la voz, reuniendo la imagen, cubriendo los reportajes con su cámara? Le daban sesenta mil pesetas al mes eh, y quizás estoy exagerando porque otras voces dicen que eran cincuenta mil, bueno dejémoslo en sesenta mil.

Una historia particular complicada, una mujer enferma, una depresión y una persona muy popular en Sevilla, muy querida por la gente que le conocíamos, se ha quitado la vida. Para que vean ustedes que en esta profesión pues no todo son magníficos programas de radio en el que estamos todos y ganamos dinero y trabajamos mucho y tenemos repercusión y éxito. Y no todos los sindicalistas son sindicalistas estrellas, liberados en la empresa pública que se dedican a hacer grandes declaraciones y a analizar programaciones. Haber si se dedican también de preocuparse del que gana sesenta mil pesetas, sesenta mil pesetas en una cadena de televisión local por hacer toda la programación de esa cadena, que gana dinero, se lo puedo asegurar, eh. No se trata de que todos sean hermanitas de los pobres.

En memoria de Agustín Hepburn hoy le voy a dedicar este programa con todo corazón.’ Extraído del programa Herrera en la Onda, de Onda Cero emitido el 4 de junio.

QUERIDO AGUSTÍN. José Cretario. ABC.

Finalizado el año, no puedo más que dar las gracias y expresar la emoción que me ha llegado al leer un artículo que José Cretario escribió el pasado día 26 en su sección de ABC y que yo les recomiendo que no pasen sin leerlo. Merece muy mucho la pena. Gracias José Cretario. A continuación pueden leer la sección en ABC de José Cretario, publicada el día 26 de diciembre:


QUERIDO AGUSTÍN

Estás bien ¿no? Cómo para no estarlo. Por aquí más o menos como siempre. Lo tuyo va marchando. ¿Qué tal se ven las cosas desde arriba? Vaya año ¿verdad?. Ha sido para que tu pequeña cámara hubiera gastado los cabezales de tanto grabar. Anda que no. Lo de noviembre ha sido tremendo: un palio cada domingo. Y qué palios. Dice Sánchez Dubé, no se donde lo he leído, que todavía son pocos para el testimonio que hay que dar en la calle. Podíamos estar hasta de acuerdo, pero bueno, todo tiene una medida ¿no? Y esa medida es la que por aquí nos tiene divididos casi mitad por mitad. Y eso precisamente, la mitad de lo normal de gente es lo que se ha visto a veces viendo algunos de estos pasos. Eso es un signo, no te quepa duda.

A lo mejor te ríes de lo que te cuento ahora que vives en un lugar sin reloj ni tiempo, pero eso de los relojes y de los tiempos es la asignatura que se queda pendiente de este año para el futuro. Estar en la calle hasta las tres o las cuatro de la madrugada se ha convertido en una temeridad. Por lo que hay y por lo que no hay, sí eso, la soledad de algunas entradas. Y a ver como se arregla, corriendo o reajustando los horarios, no hay más opción. Oye, tú sabías antes lo que iba a ocurrir en el Gran Poder, en El Silencio y en otros sitios donde las urnas nos han dejado con la boca abierta ¿no? Dime que no es como para reflexionar. Y otra cosa ¿cómo ves lo de la Resurrección? Bien ¿verdad? Hay una cosa que es la dignidad de la estación de penitencia que está por encima de otras historias. ¿No hay parroquias que celebran la Pascua a las cuatro de la tarde? Pues eso hombre.

En fin, te dejo, no te entretengo más, ayuda a tu niña que el pregón le tiene que salir fantástico. Y cuando le veas dale recuerdo a José María, sí a O´kean, y a Don Antonio, y a Isorna y a Ramitos -vaya el jardín que tiene ahora- y a tanta gente que este año ha cogido, como tú, una papeleta de sitio en ese tramo de donde no hace falta mirar hacia atrás para ver Su rostro. Aquí se te recuerda. A ti y a todos. En este último cirio del año, feliz Navidad, Feliz eternidad Agustín.

Conocer Sevilla 2004 - Francisco Santiago©